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Otra " recalificación"

3 respuestas
Otra " recalificación"
Otra " recalificación"
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Otra " recalificación"

http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=25/08/2006&name=martin

PAN, CIRCO... Y DE VEZ EN CUANDO ALGUNA MANIFESTACION PARA OCULTAR ...
El deporte, La Sexta y el lavado de cerebros

Daniel Martín

No puede extrañarnos que en un mundo como este, donde la tele ha sustituido al espíritu, al alma humana, el deporte haya alcanzado la condición divina. A falta de una preocupación sincera sobre el misterio de la vida, de una educación real y profunda, de un espíritu ciudadano, de una sociedad abierta donde desarrollarnos como auténticas personas, es lógico que busquemos en distintos becerros de oro la calma que da el creer en algo superior. Además, algo como el deporte encaja perfectamente con la tendencia imperante en el mundo entero de distraer al pueblo con mucha paja, que el cerebro es difícil de rellenar, pero muy fácil de engañar.

Así, en 2006, los grandes oradores de nuestros días son unos cuantos deportistas, muy monos ellos, frutos de la estética y la mens nullis in corpore dopado, que cada día, verano incluido, repiten las mismas frases hechas sin crear una sola idea nueva. “Vamos a poner toda la carne en el asador”, “no hay enemigo pequeño”, “el partido no termina hasta que el árbitro pita el final” son las nuevas máximas que han venido a sustituir las de Sócrates, Montesquieu, Nietzsche, Wilde o los dos Marx. Además, gracias a nuestra idolatrada televisión el fenómeno es completamente democrático y no hay nadie que pueda ignorar quién es Beckham, Ronaldo o Pau Gasol. El mundo ahora está, dicen, más desarrollado.

Lo curioso es que a medida que el mundo pierde ideas y el deporte gana popularidad —los nuevos astros deportivos son estrellas all over the World, y sólo algunas estrellas del cine de Hollywood y algunas starlettes locales de la televisión poseen una fama comparable—, el fútbol, el baloncesto y demás modalidades deportivas han ido perdiendo en calidad. Y limpieza. Ver, por ejemplo, un partido de la NBA en los años 80 era una delicia por el juego en equipo, la calidad mental de los jugadores y su insuperable espíritu competitivo. Ver un partido del actual Mundial de baloncesto de Japón es un continuo alarde de poder atlético, vacío cerebral y miedo atroz a la victoria. Sólo la selección española —¿la argentina?— ofrece unos mínimos de auténtico baloncesto tal y como lo entendemos los puristas.

Así, cuanto más popular es el deporte, cuanto mayor poder mediático tienen los deportistas, peor es la práctica del fútbol, del baloncesto, del tenis, etc. Son más rápidos, más fuertes, más famosos, pero dudo mucho que ahora cualquiera de estos deportes sea más bonito de ver, y mejor jugado, que el mismo de hace unos 20 años. Pero da igual, porque el pueblo no sólo pide circo, sino que necesita una religión a la que entregarse para poder olvidar la realidad circundante. Por ejemplo, gracias a un jugador de Mali, Diarra, los madridistas han seguido su particular culebrón mientras conseguían ignorar que hay miles de personas de ese país africano intentando huir de su propia miseria. El deporte cumple una misión perentoria en estas democracias nuestras de formas sin gobierno ni gobernados.

Para que todo este revuelto de falsas realidades cobre sentido, el mundo se ha llenado de un cuarto poder deportivo, que es el que da carnaza al pueblo hambriento. Curiosa y nada paradójicamente, estos medios de comunicación deportivos consiguen informar mejor de una realidad inexistente que los medios convencionales, dedicados a ocultar o tergiversar la verdad que nos rodea. Así, el Marca, el As o los distintos programas deportivos son más divertidos y están mejor hechos que sus hermanos bastardos. Y siempre resulta más gratificante leer el último fichaje del Barcelona que una larga serie de sucesos o de noticias tendenciosas al servicio de algún poder fáctico.

Y, para nuestra desgracia, con la llegada de La Sexta a nuestras casas hemos cambiado de principal proveedor de retransmisiones deportivas de fútbol y baloncesto. La Sext

#2

Re: Otra " recalificación"

Cierto, pero no solo la sexta agilipollece. Los medios "serios", dedican la mitad de sus desinformativos a hablar del deporte. Miento, a hablar del fútbol dirigido por los señores del ladrillo, como no podía ser menos en la tochoejpaña del siglo ventiunoh.

Arribajpaña!

#3

Re: Otra " recalificación"

Te equivocas.

En vez de despedir, no sé de que va tu expresión, creo que lo que debemos de pensar es que el PODER ha repartido/repetido lo que nos "tienen que infor4mar".

Cuando dicen lo de DIARIO INDEPENDIENTE... pienso en lo de dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.

#4

Re: Otra " recalificación"

??