EL CLAN ASTURIANO
Pero también con otros miembros de lo que en el PSOE se dio en llamar el clan asturiano: el alcalde de Oviedo, Antonio Masip Hidalgo, y los ministros asturianos del Gobierno González, Luis Martínez Noval (Trabajo) y Gustavo Suárez Pertierra (Defensa).
Tales vínculos eran el principal aval de Herrero más que su fuerza empresarial, por entonces no muy importante. Poseía un grupo de sociedades, sin peso relevante y con resultados negativos, en sectores diversos: tratamiento y envase de productos lácteos -los comercializados con la marca Ram-; concesionarios en Gijón y Avilés de las firmas automovilísticas Opel y Saab, algunos de cuyos coches iban a parar a dirigentes del PSOE; una sociedad de comercio exterior...
Su relación con el sector inmobiliario la mantenía a través de su suegro, el constructor de Siero José Vallina Llorián, quien apoyó financieramente sus primeros pinitos empresariales en el sector lácteo, en el que, dados sus escasos recursos iniciales, había comenzado como mero representante de marcas.
Fue a través de la leche como Herrero hizo amistad con el hoy presidente de Telefónica, César Alierta, su valedor actual en tanto en cuanto fue él quien dio luz verde al acuerdo de la discordia entre la entonces propiedad de Telefónica Onda Cero y Radio Blanca.Firmado en 2001, el pacto establecía que Herrero cedía 70 emisoras bajo la marca Kiss FM a cambio de 18 euros por oyente. Kiss FM, una emisora musical, arrancó en abril de 2002 y hoy, en uno de los crecimientos más espectaculares de la historia de la radio, es seguida por 1.366.000 oyentes.
Alierta dirigía Tabacalera, la empresa que llevaba toda la gestión de las empresas alimentarias del desaparecido INI. Herrero, como persona encargada por el Gobierno socialista del Principado, negoció con Alierta la adquisición de algunas filiales de la empresa pública asturiana Lactaria Española (LESA). Estos contactos sirvieron para entablar cierta amistad. Cada vez que Alierta viajaba a Asturias intentaba cenar con Herrero.
La relación, sin embargo, se ha enfriado, por no decir que se ha roto. Como muchas otras. La vida de Herrero, según afirman quienes le conocen, es un constante ir y venir del amor al odio: Luis Del Olmo, José María García, Francisco Alvarez Cascos...Dicen que sus amigos sólo lo son mientras le favorezcan.
Su ascenso en el sector lácteo le proporcionó contactos privilegiados, pero aspiraba a más, y pronto dejaría las vacas. La ONCE estaba pujando fuerte para crear una de las grandes emisoras de España -lo que acabaría siendo Onda Cero-. Y ahí volvió a aparecer Herrero, quien ya contaba con 49 emisoras, las cuales emiten la programación de Onda Cero desde su nacimiento.
Hay quien dice que esas emisoras no eran suyas. Según Alberto Flores, imputado en el caso Filesa, «eran del partido. Herrero sólo figuraba como testaferro y no puso una sola peseta». Asegura tener documentación que lo prueba, pero el caso es que Herrero siguió acumulando emisoras hasta llegar al casi centenar que posee hoy.
JUGAR A VARIAS BANDAS
Como buen superviviente, no sólo se ha arrimado al PSOE. Jugador empedernido -estuvo interesado en instalar un casino en el Hotel Reconquista de Oviedo-, le gusta hacerlo a todas las bandas.Es una cuestión de afinidades puntuales. El pasado 4 de febrero (cuando todos daban por ganador al PP) acudió al homenaje en Oviedo a Francisco Alvarez Cascos. Y es miembro del patronato de la Fundación Padre Arrupe, vinculada a la familia Rato-Figaredo y Salazar Simpson.
No olvida, sin embargo, a viejos amigos como el industrial Francisco Rodríguez, propietario de la firma Industrias Lácteas Asturianas-Reny Picot. Con él y otro viejo conocido, el ex alcalde socialista Masip, realiza viajes de placer cuando el tiempo se lo permite.
Este puente de San José, Blas Herrero ha preferido descansar en su Asturias natal. No ha querido hablar con CRONICA: «Yo ya he ganado, ahora que hablen los demás». El 30 de marzo, el consejo de adm