La manipulación de los mercados puede revestir múltiples formas, y una de ellas es la de la difusión de noticias intencionadas que provocan a buen seguro, un efecto directamente proporcional en la cotización de distintos activos.
Cuando la información es falsa, exagerada o sesgada, estamos ante lo que en la literatura anglosajona se conoce como el “pump and dump”. Pero la información no tiene por qué ser falsa para que produzca un efecto claro (e intencionado) en los mercados.
Este fin de semana hemos asistido a un claro ejemplo de manipulación en el mercado aunque no de “pump and dump” en estricto sentido. El domingo pasado James Comey, director del FBI, reveló en una carta a varios congresistas que la revisión de los nuevos ‘emails’ dejaba inalteradas las conclusiones sobre la inocencia de Clinton; concretamente dijo que el equipo de investigación del FBI había estado trabajando “sin cesar para revisar un amplio volumen de correos”.
Tras nueve sesiones bajistas en las que el SP500 se había dejado casi un 3%, el Sr. Comey y todos los agentes del FBI disponibles, con sus gafas y sus trajes oscuros, revisaron miles de correos, y se apresuraron a anunciar, en fin de semana (otro clásico en la manipulación) que no había motivos para imputar a la candidata presidencial. El lunes 7 por la mañana todos los mercados, todos, a nivel mundial, abrieron sus sesiones en su mayoría con importantes huecos al alza, y prácticamente todos ellos, cerraron con importantes revalorizaciones al alza.
Acabamos de un golpe con la mayor racha bajista del mercado americano desde 1980; y acabamos, de paso, con todo el dinero de los bajistas que tenían colocados sus stops por encima de los máximos del jueves previo.
Esta clase de manipulaciones son muy frecuentes, pero lo único que diferencia ésta del resto, es por la relevancia de los implicados y lo que está en juego, hasta el punto que suena a “teoría de la conspiración”. Pero el gráfico no miente: en los ocho días anteriores a este domingo, el SP500 había perdido 61 puntos (un 2,84%), entre ayer y el lunes, tras la carta del Sr. Comey, ha recuperado 39 (1,85%). Podemos pensar, como toda la teoría y literatura de la manipulación, que son elucubraciones para rellenar líneas, pero esto se hace, y se hace con frecuencia. Casi de manual: declaraciones importantes sobre un asunto de relevancia, con carácter sorprendente y realizadas con el mercado cerrado para evitar la colocación o modificación de órdenes.
El resultado de las elecciones da igual. El mercado hoy sigue su guión.
Buen trading.
Mario de Angeles López