…Caminando hacia un Sistema Fiscal Realmente Social
Actualmente, tras la galopante oligarquía avanzada constituida por psicópatas corporaciones orientadas únicamente al beneficio monetario, que, no se preocupa por el medio ambiente ni protege a todos los seres humanos, está surgiendo con fuerza un nuevo modelo de intercambio directo de productos y servicios entre usuarios mas sociable, cooperativo y escalable, La Economía Colaborativa; descentralizada, carente de regulación, tecnológicamente avanzada, etc., su función, conectar directamente a usuarios sin necesidad de intermediarios, es decir, la oferta finalmente se adapta a la demanda sin necesidad de producir hasta el infinito, aumentado así la productividad de bienes y servicios que no tenían uso.
No obstante, el intercambio directo de bienes y servicios entre usuarios tiene un gran inconveniente para la deseconomía del malestar, que no se puede gravar, es decir, el estado no recibe ningún tipo de ingreso impositivo por las actividades que genera la economía colaborativa, efectivamente, de ahí que ahora esté tan perseguida. Recientemente, me consta que inspectores de hacienda van tocando timbres de viviendas con posible uso turístico para sancionarlas si no tienen declarada la actividad, sobre todo la de ingresos en la renta del propietario.
Todos los administradores de escasez, también conocidos como políticos, basan sus métodos de planificación social en cualquierismos orientados a dirigir la economía de mercado, sin embargo, desconocen que es realmente la economía de mercado monetariamente amañada la que les controla a ellos. Siguen creyendo que todos sus sistemas fiscales están diseñados para proteger al pueblo, no obstante, todos ellos están amañados y únicamente sirven para garantizar el pago de los intereses de todas las deudas creadas fraudulentamente por el sistema monetario, expropiando continuamente la riqueza real generada por la sociedad a cambio de nada. Simplemente, las reglas del juego son inválidas. Si, podemos cambiarlas.
La ausencia de economía real productiva socialmente participativa, sustituida por una deseconomía virtual de mercado monetario basada en la financiarización del consumo, puede resurgir a través de la economía colaborativa del bienestar, pero, ¿Qué significa esto?, simple, la transformación del estado en un marketplace funcional que aproveche las ventajas diferenciales de la ciencia y tecnología al servicio de toda la ciudadanía, es decir, todas las transacciones entre usuarios directos serán gravadas en el acto con un tipo impositivo fijo basado en el volumen de su consumo total repartido entre los costes que genera para toda la sociedad.
Lo anterior, es una propuesta de reforma fiscal realmente social con base digital, es decir, el único método de recaudación estará basado en el consumo y no en intereses amañados que aseguren el pago de todas las deudas creadas de la nada fraudulentamente.
Otras ventajas de transformar el estado en un marketplace basado en los principios de economia colaborativa serán: ahorros en costes de administración y gestión, eliminación del impuesto de la renta, IVA adaptado al volumen de consumo del sector, tipos reducidos para sociedades declaradas como tales (empresas de los trabajadores), eliminación de la corrupción y el fraude fiscal a escala local, territorial y global, despolitización de las instituciones y administración para eliminar por completo la burocracia, killer app de Bitcoin (¿?), etc., veamos en qué consisten cada una de estas ventajas:
Ahorro en costes de administración y gestión; simple, tras implementar en el marketplace una función básica de contabilidad personal, que, registre todas las actividades económicas de los usuarios, serán prescindibles las innecesarias duplicidades de administración privada (gestorías), desaparecerán los interminables trámites burócratas de la administración pública para llevar a cabo cualquier tipo de actividad actualmente regulada, etc.
Eliminación del impuesto de la renta; ya nunca más se gravará la productividad personal, tan solo la que registre actividad económica basada en el consumo y no el trabajo, aumentando así el poder adquisitivo de todos los usuarios.
IVA adaptado al volumen de consumo de cada sector; es decir, estará basado en el número de transacciones e irá destinado a mantener las infraestructuras ligadas a cada sector. Por ejemplo, sectorizando esta ventaja, el área del turismo actualmente es el motor de la economía, por lo tanto, el tipo de impositivo debe ser un porcentaje que se ajuste a la creación y mantenimiento de las infraestructuras que estén ligadas a esta actividad.
Actualmente el turismo supone más del 11 % del PIB español, aproximadamente 120.000 millones de euros, pues bien, si el coste de mantenimiento anual de infraestructuras ligadas a este sector es de 6.000 millones, el tipo impositivo estará ajustado a esta cantidad, es decir, será del 5 % aproximadamente sobre todo tipo de transacción que genere esta actividad. La recaudación además será instantánea, ya que el sistema de contabilidad incluido en el marketplace retendrá esta cantidad directamente.
En definitiva, cada sector aportará la proporción adaptada. El principio de esta ventaja es muy sencillo ya que sigue los criterios de reinversión de beneficios de una empresa necesarios para crecer y mantener su infraestructura sin necesidad de endeudarse.
Por cortesía de la casa y generosidad de la wikibolsa, si sumamos a este tipo de IVA la propuesta del nuevo impuesto VENIA, sería el fin de todas las establecidas oligarquías. Véase en el siguiente enlace
Tipos reducidos para sociedades declaradas como tales: todas las sociedades que realmente sean de sus socios trabajadores, se beneficiaran de tipos reducidos en aras de desplazar progresivamente a las personas jurídicas que no tienen realidad física, que, son tan solo la máscara de la inhumana corporatocracia dirigida por un grupo minoritario de elites autoproclamadas. A esta práctica se la conoce como pasarela de poder, donde, los gobiernos son una institución al servicio de los intereses de unos pocos que controlan toda la economía.
Eliminación del fraude fiscal a escala local, territorial y global: como todas las transacciones monetarias quedan registradas en el marketplace, nadie podrá apropiarse de nada, así de simple y sencillo, evitando al mismo tiempo la corrupción sistémica. Sería conveniente declarar todos los recursos locales y territoriales, según diseño y características de cada zona, patrimonio común de todos los habitantes en aras de fomentar el libre acceso a los mismos, basando su transformación o gestión en criterios de sostenibilidad, es decir, se pondría en marcha un sistema de subastas abierto justo e igualitario para todos, donde, todos participarían con las mismas oportunidades, y, finalmente serian elegidos aquellos proyectos que proporcionen mayores ventajas para todos. Simple, sencillo, y libre de saqueadores amigos de los bienes y servicios comunitarios.
Despolitización de las instituciones y administración: para eliminar por completo la burocracia, en aras de sustituirla por eficientes trámites directos basados en la cibernética social (tecnología al servicio de la ciudadanía), es necesario desplazar a los funcionarios estatales politizados que dedican sus vidas a obstaculizar las actividades productivas imponiendo trámites cada vez más onerosos y complicados basados en la legalidad artificial que solo les protege a ellos. Lo sentimos, pero ya no son necesarios.
Killer App de Bitcoin: ¿imagináis si el marketplace aceptase como medio de pago la criptomoneda, válida además para la recaudación de impuestos?, a efectos comparativos, Bitcoin sería para la economía colaborativa del bienestar lo que fue el correo electrónico para internet, la killer app definitiva como arma de expansión masiva.
Tras introducir todas estas reformas en el nuevo sistema fiscal socialmente funcional, basado principalmente en el consumo y la cooperación local escalable a nivel territorial, el estado progresivamente se convertiría en un marketplace local, territorial y/o global sustentado en los principios de la economía colaborativa del bienestar, donde, todos los usuarios pueden intercambiar libremente sus productos y servicios restándole a todas sus transacciones monetarias una pequeña cantidad ajustada a la proporción participada de cada sector, destinándose la misma al mantenimiento de todos los recursos necesarios para llevar a cabo todas las actividades productivas del mismo.
Disculpad si no hemos definido al principio que es un marketplace, básicamente es un mercado o plaza virtual que permite a vendedores y compradores relacionarse para efectuar transacciones comerciales, permaneciendo ambas partes continuamente en el entorno técnico y comercial hasta que la transacción se realiza. Claros ejemplos; Uber, Airbnb, eBay, Amazon, etc.
Dado que muchos de estos marketplace como Airbnb y Uber ya están consolidados, la economía colaborativa del bienestar debe introducir una sencilla reforma, aplicable a todas estas plazas virtuales locales, territoriales y/o mundiales, que, permita la recaudación inmediata de todas las transacciones realizadas en las mismas; añadir la función de retención o pago a cuenta con ingreso inmediato tras realizarse la transacción, así de sencillo.
La anterior función de retención o pago a cuenta con ingreso inmediato tras realizarse una transacción comercial, también sería conveniente incluirla en todos los datáfonos, añadiendo en los mismos las categorías de actividad del comercio o profesión para retener de inmediato la cantidad correspondiente calculada para cada sector.
Pero, ¿Cómo calculamos la cantidad correspondiente a cada sector?, simple, repercutiendo los costes de desarrollo, gestión y administración sobre los de transacciones realizadas, es decir, si tenemos un volumen de transacciones en el sector textil de 40.000 millones y sobre el mismo recaen unos costes de 4.000 millones, la retención a aplicar en cada retención sería del 10 %.
Con todas estas propuestas dirigidas realmente al bienestar social, podría plantearse efectivamente la eliminación del dinero en efectivo, asegurando así que todas las transacciones comerciales realizadas a través de datáfonos quedasen registradas, retenidas e ingresadas en las arcas de la economía colaborativa del bienestar.
Con la anterior medida, además se elimina de un plumazo la corrupción, economía sumergida que supone más de un 20 %, robo de dinero ya que este no existe, fin del tráfico de armas, seres humanos y drogas, etc. Como explica Llinares en el siguiente post, si esta medida se aplica sobre la actual deseconomia virtual de mercado monetario, se produciría el definitivo expolio de los ahorros de toda la población mundial, además de su control absoluto para llevar a la cabo la nueva era de esclavización financiera donde nadie quedaría a salvo de la Plutocracia usurera.
Y porque no, tras la humanitaria aplicación de la economía colaborativa del bienestar, podríamos introducir como arma definitiva la reforma del sistema bancario y monetario basado en el dinero independiente libre de deuda. Interesados en la propuesta, visitad el siguiente enlace.
Todas las propuestas y mejoras serán bienvenidas en el área de comentarios, y ahora, ¿Qué nombre habéis pensado para esta nueva aplicación de economía colaborativa del bienestar?
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