El trading en las apuestas deportivas es muy semejante al tranding en bolsa, con la salvedad de que en vez de especular con el valor de las acciones, lo hacemos con las cuotas que expresan la probabilidad de que un evento tenga lugar.
En ambos casos el comportamiento del mercado presenta coincidencias que permite equiparar a los inversores con los apostantes y encontrar ciertos principios comunes:
1. Seguir la tendencia
Intentar adelantarse a un cambio de tendencia apostando contra la tendencia dominante es un error que trae malos resultados. Lo correcto es identificar las cuotas mal colocadas y sumarse a la tendencia que el mercado establezca con ellas. Nadar contracorriente suele implicar acabar ahogado.
2. Planificar la gestión
Todas las apuestas deben responder a un plan previo en el que se establecen las cantidades a apostar, las cuotas que se buscan, el riesgo que se está dispuesto a asumir, etc. Todo ello desde la base de un profundo conocimiento del deporte y el mercado de apuestas en el que uno se mete. No solo hay que saber a qué se apuesta, sino también cómo y cuánto; por eso es importante marcar unas líneas de actuación.
3. Cortar las pérdidas
Asumir pérdidas es ante todo un ejercicio de disciplina en el que se debe tener claro cuál es el objetivo: proteger el capital en el largo plazo ante grandes pérdidas de las que puede ser muy complicado recuperarse. Si nos equivocamos en nuestra valoración y el mercado nos arrastra a los números rojos hay que saber cortar las pérdidas abandonado infundadas esperanzas de recuperación.
4. Dejar que crezcan los beneficios
Cerrar una operación en cuanto arroja números verdes es una mala política en el largo plazo, ya que será muy difícil que con esas mínimas ganancias podamos compensar las pérdidas y acabar con beneficios. Si se ha acertado con el análisis del evento deportivo y la tendencia lo respalda, no hay que bajarse en el base de la ola, sino antes de llegar a la cresta.