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Tiempo de lectura: 4 min.
Hoy os voy a contar la historia de María.
María es siempre ha pensado que es una mujer muy ahorradora y lo cierto es que, ¡Lo es! Siempre compra su ropa y la de su familia en rebajas, siempre está pendiente de las ofertas de los supermercados, prefiere siempre preparar la cena en casa en vez de cenar fuera con su familia y es una maestra de los "arreglillos" para las cosas que se rompen en casa.
Además, hace poco ha negociado con otro operador móvil y ha conseguido ahorrar 15€ al mes. Y no solo eso, sino que ahora se ha hecho un Carnet del Macro y compra los bolis y otros utensilios al por mayor, ahorrando mucho dinero.
Suena bien, ¿Verdad?
El problema es que María ha comprado una nueva TV para su casa esta semana. El modelo normal y barato costaba unos 400€ pero la verdad es que esa TV de LED de 1.500€ tan fina quedaría tan bien en su Salón… Así que al final ella y su marido decidieron comprarla.
¿Y cuál es el problema? Si les gustó, debería comprársela, ¿No? Ya sabéis que yo siempre abogo por gastarnos la pasta en las cosas que nos gustan (para eso está el dinero…).
El tema es que María se considera una mujer muy frugal. Si le preguntases a ella y a su familia si sus acciones le han ahorrado dinero este año (con sus cupones, sus comparativas, sus zurcidos y sus negociaciones), te responderían con un vehemente SÍ. Pero María no se da cuenta de algo BÁSICO: Que ha estado ahorrando centilitros por todas partes para luego gastarse un montón de pasta para un solo artículo, usando todos sus ahorros del año al completo.
Y esto tampoco sería un problema... si María realmente hubiese pensado sobre ello racionalmente… Si ella hubiese pensado que esa nueva TV de nueva generación merecía la pena, perfecto. Pero casi nunca hacemos esto. Tendemos a pensar en nuestras compras como decisiones aisladas, sin conectar unas con otras y esto hace que no sepamos ver la película completa y cometamos estos fallos estúpidos.
Y sí, digo fallos estúpidos porque la TV le daba igual a María y su familia… les importaba más irse de viaje ese mismo año. Y además, como ellos perciben que han hecho un grandísimo esfuerzo en ahorrar pero ellos no ven la recompensa que querían (una buena suma en el banco), se sienten decepcionados consigo mismos y siguen preocupándose de que "apenas llegan a fin de mes" (y ya que yo he creado a Maria a su Familia, sé perfectamente que es así como piensan, ¡Ja!)
¿Qué es verdaderamente el Ahorro?
El mes de Septiembre, escribí 30 trucos de ahorro para personas normales, como todos nosotros. Y la respuesta ha sido increíble. Pero lo cierto es que centrarnos en "optimizar" nuestros gastos no significa que AHORREMOS.
Ahorrar será cuando metamos todo este dinero que hemos optimizado en una cuenta bancaria de esas que tanto me gustan a mi de Ahorro Dirigido. Solo en ese momento, esos "chorlitos" se convertirán en ahorro real.
Y aunque muchos digais, "¡Esto es obvio Alfonso!" lo cierto es que hay muchos estudios que dicen que mucha gente confunde el conseguir un descuento en ropa del 50% o una bajada de la tarifa del móvil del 10% como ahorrar… Pero como ya hemos visto, no se ahorra hasta que se ahorra :)
¿Parece fácil? Si, lo parece, pero en la práctica, transformar todos esos números de descuentos y chollos que has conseguido en ahorro REAL es muy complicado… simplemente, ¡nuestro cerebro no es capaz de hacerlo con facilidad!. Esto es lo que se llama "Contabilidad Mental"
¿Qué es la contabilidad mental?
La contabilidad mental (aquí podéis ver un enlace de Microsiervos sobre el tema) es uno de esos amigos nuestros de la Economía Conductual que nos dice que tendemos a valorar el dinero en pequeños "paquetes". Es decir, que dependiendo de en que lo gastemos, o como lo hayamos ganado, tendemos a valorar y a gastar el dinero de forma diferente.
Por ejemplo, propongo dos escenarios:
- Vas al cine y pagas 10€ por la entrada. Cuando vas a entrar en el cine, te das cuenta que has perdido la entrada y ¡que vas a tener que comprar otra si quieres ir! Ahora, es posible que te pienses dos veces entrar en el cine, pero seguramente, cuando pienses en cuanto te has gastado, pensarás que han sido 20€.
- En otro escenario, llegas al cine y antes de comprar la entrada, te das cuenta que has perdido un billete de 10€ en el metro. ¿Crees que esto cambiaría tu decisión de comprar el ticket para entrar en el cine? Si eres como la mayoría de personas, esto no te afectaría, por mucho que te duela haber perdido esos 10€.
Lo cierto es que ambos escenarios son económicamente iguales. Pero en el primer caso, solo un 46% de las personas comprar la entrada de repuesto, mientras que en el segundo, más de un 88% compraron la entrada a pesar de haber perdido los 10€.
¿Como puede ocurrir esto? No se supone que el dinero es "fungible", es decir, ¿completamente intercambiable? ¿Por qué los 10€ gastados en la entrada perdida no "valen" lo mismo que 10€ perdidos en el metro?
La razón es la Contabilidad Mental y el hecho de que, como humanos, llevamos muchas cuentas en nuestra cabeza y que los 10€ de la entrada perdida, pertenecían a una cuenta llamada "Entretenimiento", mientras que el dinero perdido no cuenta para nada.
¿Cómo podemos escapar de esta contabilidad mental y empezar a ahorrar?
Al final, si queremos dejar de ver esos 100€ que hemos ahorrado con Groupon en una TV como una oportunidad para gastar más en otra cosa debemos seguir tres pasos:
- Valora el ahorro monetario real que has hecho y súmalo: ¿Un 10% en alimentos? Eso son 7€ esta semana. ¿Y un 10% en mi tarifa telefónica? Eso son 10€ al mes. Todo esto suma 38€ al mes o unos 456€ al año
- Negocia contigo mismo: Esta optimización puede ir tanto a gastar más en otras cosas… o en ahorro real. Así que decide ahora mismo, ¿Quieres que todo se traduzca en ahorro? ¿O quizás 50/50?
- ¡Ahorralo de verdad! Aumenta tu transferencia mensual de ahorro en 36€ al año, o bien se valiente y ahorrar 456€ de golpe. Pero tienes que pasarlo a una de tus cuentas de ahorro de forma inmediata, y sin EXCUSAS.
Así que ahora, todos los que participasteis en el reto del ahorro o habéis ahorrado algo este mes… ¿Estáis ahorrando de verdad?
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