¿Cuántas veces hemos comprado una acción o hemos invertido en un fondo de inversión, y hemos visto como ha caído, y hemos vendido porque no podíamos soportar el dolor, y en ese momento de repente las acciones rebotan?
Eso ocurre muchas veces, y no hay inversor que en algún momento no haya pasado por esta situación.
Con esta caída de los mercados hay pocos sitios donde esconder el dinero a no ser que sea debajo de la almohada, hemos visto como acciones y fondos de inversión han bajado.
Si tu cartera no se ha escapado de la quema de estos días ¿Qué podemos hacer?, vender todo lo que tenemos después de toda esta caída o mantener con la esperanza de un rebote. Creo que esta es una de las decisiones más difíciles a las que se puede enfrentar un inversor: distinguir entre pérdidas en inversiones que nunca volverán a niveles anteriores (estás deben ser vendidas inmediatamente) o aquellas que han sido injustamente castigadas por el mercado en cuyo caso tendremos que mantener o incluso comprar más.
Warren Buffet como siempre tiene un buen consejo. En una entrevista en Fortune, se le preguntó si le incomodó que las acciones de Berckshire Hathaway fueran castigadas durante la burbuja de Internet.
Buffet contestó, "Never. Nothing bothers me like that. You can't do well in investments unless you think independently. And the truth is, you're neither right nor wrong because people agree with you. You're right because your facts and your reasoning are right. In the end, that's all that counts. And there wasn't any question about the facts or reasoning being correct."
En otras palabras para ser un buen inversor debes ignorar el mercado y las señales falsas, que te pueden hechar fuera, en cambio debes confiar en tu razonamiento y en tus actos. Este consejo es realmente bueno, pero es verdad que es difícil de aplicar en la práctica.
Como ya dije en otro artículo, hay que evaluar cada una de las acciones que tenemos y nos preguntaremos: “ Si no tuviera estas acciones ¿las compraría hoy?, si la respuesta es no, entonces la venderíamos (teniendo en cuenta la fiscalidad).
Y tranquilo las acciones no saben que tú las tienes, no herirás sus sentimientos si la vendes, y ellas no sienten la obligación de subir hasta el precio al que compraste así que puedes vender tu inversión y mantener tu dignidad intacta.