A veces, sin que te des cuenta van cambiando las cosas a tu alrededor y un día observas que las directrices de marketing han sido asumidas por los consumidores y nos llevan hacia caminos a los que en el fondo no hubiéramos querido llegar. Soy un fuerte defensor de proporcionar siempre el mejor precio posible a un producto, de desengordar las facturas a veces tan hinchadas en muchos servicios fruto del desconocimiento de los consumidores, pero de lo que no soy partidario es de que "vender lo más barato" sea para nada sinónimo de lo ideal.
En estos tiempos, te encuentras con que todos (pero todos, todos, ni uno se libra) los comercios y empresas tienen los precios más baratos, los productos más baratos, los seguros más baratos, los servicios más baratos, los móviles más baratos... Y digo yo, ¿desde cuando lo único que nos importa es lo más barato? Antes todos teníamos claro que barato implicaba reducción de la calidad del producto o del servicio y ahora parece que nos hemos vuelto tontos y hemos olvidado lo que antes ya sabíamos: barato es igual a problemática, a baja calidad, a servicios muy por debajo de lo que deberíamos exigir, a call centers y telefonistas que sólo responden a preguntas que vienen en su guión...
A veces con pensar un poco todo se ve más claro: Para ofrecer los precios más baratos, y ahora ya me centro en el mundo del seguro, hay varias opciones:
- Políticas actuariales en las que las primas estén reducidas de cargas administrativas (es decir, despedir empleados y cerrar sucursales, por ejemplo), es decir, reducción del servicio a los mediadores pasándoles la carga a ellos sin remunerarles por ello.
- Políticas actuariales arriesgadas en las que queden comprometidos los márgenes de solvencia que a una aseguradora se le deben exigir.
- Reducción de servicio a asegurados con pocos tramitadores y muchos telefonistas para aguantar a los "pesados" de los clientes (nótese la ironía) y sus problemas.
A pesar de todo, la reducción de la siniestralidad en autos, que es el núcleo del negocio asegurador en España, ha permitido establecer unas primas muy competitivas para la mayoría de las entidades aseguradoras, y obtener muy buenos precios que hace años eran impensables y que además no han significado, en el caso de las compañías que trabajan a través de la mediación, ningún tipo de reducción en la calidad de asesoramiento y de servicio al cliente.
Pero esto no es suficiente: Creemos que si una compañía nos cobra 50 € más que otra, la que cobra más nos está engañando y somos tontos por pagar por un seguro 50 € de más que nos podríamos fundir en unos copazos como dios manda.
Ahora yo os voy a contar lo que significan esos 50 € con dos o tres pequeños ejemplos de los cientos que hay:
- 50 € en la prima implican que tu seguro sea intermediado y contratado a través de un mediador que se dedicará a cuidar de que la compañía cumpla hasta el último punto y coma de lo que te ofreció al contratar.
- 50 € suponen que cuando tengas un siniestro, éste sea gestionado por gente capaz, solucionado muy probablemente de una manera rápida y eficaz, y que si necesitas un abogado tengas libertad para elegirlo tú y suficiente límite económico para no verte en graves problemas económicos.(Ejemplo: compañías como Linea Directa o Mapfre tienen un límite de 600 € para los gastos de defensa jurídica)
- 50 € suponen evitar telefonistas que mientras te atienden parece que en cualquier momento te van a ofrecer la nueva tarifa plana de orange, mientras NO solucionan tus problemas.
- 50 € pueden incluso suponer que un día debas afrontar el pago de un siniestro y tu compañía esté intervenida por la DGSYFP y ni siquiera pueda hacerse cargo de tu siniestro.
Ahora decidme, ¿Es lo mejor lo más barato? Lo irónico es que en muchas ocasiones el seguro más barato es incluso mejor que otros que no son tan económicos, pero para poder elegir ese seguro debes acudir a alguien que conozca los contratos y te confirme que efectivamente ese es un buen seguro, con una buena compañía y con un buen precio.
Por último, un comentario que no nos cansamos de repetir, y sobre el cual algunos listos no se cansan de mentir: La prima de un seguro a traves de un corredor o un agente de seguros es IDÉNTICA que a través de la compañía directamente. La comisión que ofrecen las compañías a sus mediadores no repercute en la prima.