Marion Mueller
OroyFinanzas.com
Actualmente, la rupia de Indonesia es la divisa con el peor comportamiento de todas las divisas asiáticas. Esto se debe al sostenimiento de un déficit por cuenta corriente disparado, siendo especialmente alto el déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones).
Con esta situación, Indonesia tiene que hacer frente a una salida de divisas constante para atender los pagos exteriores y lo hace mediante la impresión de dinero, es decir, con una constante devaluación de la moneda. En este momento, las reservas de divisas en Indonesia se elevan a 92.600 millones de dólares, una cuantía más que suficiente para proteger la divisa de devaluaciones más profundas.
La devaluación de la rupia frente a las principales divisas, como el dólar, provoca una pérdida de poder adquisitivo notable para el país. Desde principios de junio, la rupia se ha devaluado un 15% respecto al dólar y un 20% respecto al oro. La equivalencia de la divisa en oro (cuántas rupias indonesias equivalen a una onza de oro) ha aumentado desde 12.235.000 rupias por onza a 14.728.000 rupias por onza.
Relación rupia-oro desde 2000 a 2013
Para poder mantener la equivalencia entre la rupia y el oro se necesitan 2.493.000 rupias más por cada onza. La depreciación de la rupia desde junio se puede cuantificar en 2.493.000 rupias por onza de oro.
Los datos son todavía más impactante si se amplia el horizonte temporal. Desde el año 2000, la rupia ha caído aproximadamente un 600% frente al oro. Desde es momento se necesitan 12.581.000 rupias más por onza de oro para cubrir la paridad entre la rupia y el oro, consecuencia de la aplicación desde 2005 de una política monetaria expansiva en Indonesia con dos objetivos:
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Provocar la depreciación de la divisa nacional y así mejorar las exportaciones.
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Monetizar la Deuda Pública sin necesidad de exponerse a los mercados internacionales.
Dado este escenario, en Indonesia vemos un proceso inflacionario que se traduce en malos datos de comercio exterior y devaluación de la moneda nacional. Esta devaluación extraordinaria de la rupia se traduce en una petición de mayores rentabilidades en activos de renta fija y una subida de las cotizaciones de los activos de renta variable.
En este sentido, los ahorradores invierten en bonos de alta rentabilidad o high yields y compran acciones en la Bolsa de Yakarta. En sólo un año, Indonesia ha vendido 1.500 millones de dólares en bonos de repúblicas islámicas con una rentabilidad en máximos de 2009 y, por otro lado, la entrada de capitales extranjeros a la Bolsa se cuantifica en 2.660 millones de dólares.
Fuente: Goldcore.com