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Hemos visto muchas noticias, análisis y predicciones sobre el nivel de morosidad que el sector financiero puede soportar. Desde numerosas instancias se nos ha repetido hasta la saciedad que la banca española puede soportar una morosidad del doble de la que existe en ese momento determinado; (es curioso que no importa el porcentaje del momento, para determinar que la banca puede aguantar el doble).

También el Banco de España ha modificado las normas de provisiones por créditos de dudoso cobro, de tal forma que se suavizan considerablemente las provisiones por tales circunstancias.

Sin embargo, el gran ausente es el punto de vista de las personas que están afectadas por este drama. Es cierto que el hecho de que una persona no pueda cumplir con sus compromisos afecta a las entidades financieras, pero no podemos olvidar que esta persona es también afectada.

Hay varias causas por las que una persona entra en una situación de morosidad, y entre ellas están la irresponsabilidad, (la más comentada); pero también está que se haya multiplicado por 2 la cuota del préstamo hipotecario en dos años, gracias a una política monetaria que ha sido claramente diseñada para salvar al sistema financiero; por supuesto también la situación de desempleo ha influido, y la inexistencia de clientes en el caso de empresas, provoca un gran número de casos.

Es difícil cuantificar que proporción de casos se refieren a cada una de las causas, (de hecho es posible que muchos de los casos, tengan varias razones simultáneamente). Pero por supuesto, el hecho cierto, es que la morosidad se ha disparado en el momento en que los bancos centrales han tomado una serie de decisiones. Esas decisiones han tenido efectos, tanto en las cuentas de los bancos, como en las personas y no los podemos olvidar.

Hace algunos meses Mercedes Milá dedicó un programa de la serie “Diario de” a la vida de los morosos. En ese programa se grabaron mediante cámara oculta diversas situaciones que tenían que ver con la vida cotidiana de esas personas. Gracias a las nuevas tecnologías no será difícil para el lector encontrar los fragmentos de ese programa y valorar por si mismos las situaciones; en todo caso en el link está el acceso al video en la página de telecinco.

En particular, aparecía el caso de una persona que pasando por dificultades económicas se retrasaba en un préstamo con una entidad denominada CETELEM, del grupo BNP. En el programa se recogía una grabación de una llamada de un gestor de cobros, (llamémoslo así), de la citada entidad. Dicha llamada, incluía el reconocimiento de que desde la entidad habían llamado a personas del entorno de la deudora, la amenazaban con frases dignas de cualquier película de la saga de “El Padrino”, y reconocían abiertamente que no tenían la mínima intención de acudir a los tribunales por que en estos apenas tenían posibilidades.

Evidentemente, en una sola llamada, nos encontramos con incumplimientos flagrantes de la constitución, (derecho a la intimidad, deber de secreto), de la ley oficial de protección de datos, y por supuesto del código penal.

A día de hoy no tengo ninguna noticia de que se haya iniciado ni un solo procedimiento penal, ni administrativo por las actuaciones que en esa grabación se recogen y que probablemente no sean un caso aislado.

No deja de ser curioso que derechos que jamás se le negarían a un terrorista, asesino o violador, no parecen contar cuando una persona debe dinero a una entidad financiera. La explicación que se me ocurre es que cuando una persona comete un crimen, la sociedad es lo suficientemente madura para determinar que han de cumplirse unas reglas con ella,(incluso aunque el delincuente no haya cumplido su parte del trato social), sin embargo todo esto queda en suspenso cuando existe un negocio por medio. En caso de que exista un negocio por medio tanto los políticos, como la policía, los jueces y los periodistas, se olvidan la palabra ”supuesto”, de garantizar la intimidad y el derecho al honor, ¿Quién no ha visto a los terroristas esposados con la cara cubierta para que no se les vea o los coches de la policía con cristales tintados?.

Resulta que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado no pueden coaccionar de ninguna forma a terroristas, pero sí que se permite a las entidades financieras coaccionar sin ningún rubor y con total impunidad a sus morosos, (que por cierto tampoco necesitan ningún tipo de intervención judicial para ser así llamados).

Por supuesto, esta persona debe pagar por sus deudas, esta persona debe responder con su patrimonio y esta persona ha de cumplir sus compromisos; y la ley y la justicia deben encargarse de esto. Pero ello no debe ir en contra de sus derechos, y por supuesto el hecho de que una persona no pueda cumplir con sus compromisos en un momento dado, no debería permitir en ningún caso que esto se convierta en el salvaje oeste, (y sobre todo en el caso de que se encuentre así por que haya sido la sociedad mediante unos bancos Centrales quién la hundió empeñada en salvar el sistema financiero a toda costa).

Las entidades financieras deberán cumplir las leyes, y el estado deberá velar por esto. Simplemente no hay excusas para que el estado proteja determinados derechos que son básicos a determinadas personas que son sencillamente excrementos de la sociedad, y paralelamente los niegue y deje desamparados a las personas que por que han subido los tipos o por que se han ido al paro, o incluso que hayan estafado con dolo y mala fe a las entidades financieras no puedan en el momento de hoy cumplir sus compromisos.

Porque en esta casuística de las relaciones entidades financieras-personas, nos encontramos con una gran asimetría normativa, en el sentido de que las normas no protegen del mismo modo a los bancos que a los mortales. Pero es que teniendo una normativa muy escorada hacía el sector financiero, (por no hablar de rescates confesos e inconfesos varios), lo que es de auténticos locos es que existan entidades que se salten los puntos que no les interesa con la impunidad actual.

Deberían recordar también las entidades financieras que estas pueden dejar de atender sus compromisos en determinadas situaciones, sin más trámite que una comunicación, (véase el caso de los fondos de inversión, donde evidentemente el argumento de que el dinero se invierte en activos ilíquidos sirve, al contrario de la persona que uso la hipoteca para comprar su casa).

Y deben tener en cuenta las entidades también que la diferencia entre un moroso y una entidad financiera tras octubre de 2008, está en que las personas no fueron salvadas, y que sin la ayuda de la sociedad estas entidades no serían otra cosa que deudores. Y esto deberán tenerlo en cuenta para lo que viene, por que temo que van a ser necesarios no pocos rescates adicionales; para que estas entidades no se conviertan en morosas.

La diferencia principal entre un moroso y una entidad financiera, es pues, que a las personas morosas no las hemos rescatado entre todos y a las entidades financieras sí.

Y por otra parte, desde los gobiernos e instituciones, cuando hablan de confianza del consumidor o del ciudadano, deberán reflexionar, y darse cuenta que la única forma de restablecer la confianza es no dejar sin castigo hechos como los que se aprecian en el programa mencionado. Los ciudadanos no podemos sentirnos confiados mientras seamos los únicos que tenemos que cumplir una ley que es manifiestamente desfavorable contra nosotros, mientras dedicamos una parte cada vez mayor de nuestros recursos a salvar sin condición de ningún tipo a entidades que a veces se comportan como autenticas estructuras mafiosas.
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  1. Top 100
    #2
    24/10/09 15:30

    ¿Escrupulos?

    es que es una locura reclamar en España, es un proceso completamente de locos y por eso las empresas hacen lo que les da la gana.

    Claro que sin una proteccion al consumidor decente no hay posibilidad alguna de crear mercado.

    de todas formas, no se si leiste los post de reclamaciones que puse

    https://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/2009/10/la-defensa-de-los-inversores.html

    https://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/2009/10/la-defensa-de-los-inversores.html

    https://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/2009/10/por-el-lado-de-la-economia-pura-y-dura.html

  2. #1
    Anonimo
    24/10/09 11:57

    Desde luego.

    Todo este asunto de la protección del consumidor me recuerda a una observación que nos hizo un profesor extranjero en un programa MBA.

    Nos dijo que le llamaba la atención la cantidad de escrúpulos que teníamos los españoles a la hora de denunciar judicialmente abusos contra el consumidor.

    El asunto en cuestión era que este hombre había adquirido un coche bastante lujoso en un concesionario. A las semanas de adquirirlo, su motor se apagó espontáneamente estando en una autopista a bastante más de 100 km/h, con el consiguiente riesgo de muerte para su conductor.

    No sé qué cambios contempla el contrato del vehículo en caso de avería, pero nuestro hombre exigió un coche nuevo del mismo modelo en lugar de una reparación del aparato, dada la gravedad del fallo y el riesgo que corrían él y los suyos volviendo a usar este coche defectuoso.

    Pues el concesionario se negó rotundamente una y otra vez hasta que esta persona los amenazó con señales claras de llevarlos a los tribunales (este hombre tiene dinero y buenos contactos). Entonces accedieron a darle un coche completamente nuevo.
    La historia termina con este ataúd con ruedas en oferta km 0 esperando que algún incauto lo compre y se juegue la vida.

    El accidente probablemente saldrá en prensa como debido a un "fallo humano" o "exceso de velocidad"

    Bueno, quería sin más contarte esto como ejemplo adicional a la desprotección que sufrimos los consumidores de a pie, en este caso es algo aparte a los derechos de privacidad y honor, afecta directamente al incumplimiento de contrato.

    En el caso del sector financiero podríamos hablar de algo similar si vemos cómo de la noche a la mañana se han puesto a subir las comisiones para aumentar sus márgenes dada la "coyuntura de riesgo" o de los suelos de los contratos de hipotecas, que creo era algo en los bordes de la legalidad.

    Gracias por el post

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