Me parece muy triste que en estos momentos de desconsuelo para los familiares de la víctima y de las personas que han particicipado en tan lamentable suceso, algunos dirigentes políticos y articulistas de opinión, tras la incertidumbre y confusión ante lo sucedido, omitan como hecho causante del asesinato una mala relación laboral dentro del propio partido, y aprovechen el momento para culpabilizar a la sociedad española de las consecuencias que puede traer las desafección hacia la clase política.
Si siguen por ese camino de incomprensión y falta de empatía hacia las dificultades por las que están pasando los ciudadanos y se dedican a criminalizarlos a la mínima oportunidad... ni una gran coalición universal podrán salvarlos de ellos mismos.