Si la semana pasada nos referíamos a los Bancos europeos y mostrábamos cierta cautela ante sus fuertes subidas, cautela que se ha demostrado acertada dado el mediocre comportamiento de los valores bancarios la pasada semana (con caídas de cierta intensidad en Bancos como Deutsche, Unicredit o Societé Generale), esta semana es obligado hablar de los Bancos americanos y en especial de JP Morgan, el mayor Banco estadounidense por activos, que junto a Citi y Wells Fargo inauguró la temporada de resultados el pasado viernes.
JP Morgan anunció, antes del inicio de la sesión del viernes, que su beneficio ha aumentado un 13% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo de 2016, gracias al impulso del crédito, que compensó los menores resultados del área de negociación, área que, igual que en el caso de Citi, no ha funcionado bien en el segundo trimestre.
Tal y como se ve en el gráfico que adjuntamos, los inversores no recibieron bien estas noticias, en parte por ser los beneficios algo inferiores a los esperados por el conjunto de los analistas, pero sobre todo por la ya mencionada debilidad en el área de mercados de capitales. La caída de la acción en la apertura superó el 2%, pero a lo largo de la sesión remontó, ayudado por el buen tono general del mercado, y al cierre la caída fue solo del 0,9%.
Más allá de las explicaciones oficiales, tal vez haya otras claves de la debilidad de JP y de los otros Bancos americanos que presentaron resultados el viernes. La primera es que las acciones bancarias habían subido muchísimo en las Bolsas americanas. Tras la victoria de Trump en noviembre, los Bancos se dispararon al alza, bajo la expectativa de las subidas de tipos de interés y, más recientemente, como decíamos en nuestro Gráfico semanal del 12 de junio de 2017, pasó lo mismo ante el tono “duro” de la Fed anunciando subidas de tipos. Ese tono ha cambiado y la semana pasada Yellen suavizó mucho su discurso, por lo cual cabe esperar que la subida de tipos no sea tan intensa, lo cual no favorece a la banca.
Hay otra clave más y la señaló, con gran firmeza, el presidente de JP, Jamie Dimon, en la rueda de prensa de presentación de resultados. Dimon dijo que hoy viajar por el mundo es “embarrasing” (bochornoso) para un americano, refiriéndose no solo a la peculiar forma de gobernar de Trump, sino sobre todo al entorno de asfixiante regulación, de burocracia excesiva y de litigios permanentes que entorpecen la actividad empresarial en general y la bancaria en particular.
Superar ese entorno es, en EEUU y en Europa, uno de los retos de la banca, y más aún si los tipos siguen ultra bajos una temporada larga.
La reacción de la Bolsa americana ante los resultados de JP Morgan muestra bien a las claras la cautela que hemos de tener ante un sector que ha subido mucho y que aborda desafíos de esa envergadura. Tomemos nota para los Bancos europeos.
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