LOS COMENTARIOS EN INTERNET O CÓMO LAS ESCOPETAS LAS CARGA EL DIABLO
17-04-11
De forma sorpresiva (y sorprendente y sorprendida), los comentarios de entre en los casi infinitos foros/blogs de internet, se han convertido en una nueva forma de comunicación.
Ahora y encima, están las llamadas redes sociales, como Facebook y Twitter.
Micro blogging llaman al Twitter ése, porque por lo visto los comentarios no pueden exceder de cierto limitado número de palabras, ciertamente escasas, claro.
Micro gilipolling, lo llamaríamos nosotros. Manda narices: si Sócrates, el Dr. Johnson o Voltaire levantaran la cabeza, fostiaban a todos los micro bloggeros actuales. Que mucho micro blogging, pero muy pocas lecturas y cultura. Menos fútbol e internet, y más libros y cine de Torrente o Berlanga o Mariano Ozores. De Almodóvar no, que acabas en un psiquiátrico o vestido de drag queen.
Un micro blog es como una paja de un minuto, o un polvo de treinta segundos. O sea: un desastre que hay que evitar a toda costa (o a toda montaña).
Un micro blog es una eyaculación precoz. Es decir: una mierda.
Twitteros: sois todos unos eyaculadores precoces y no os habéis enterado. Los comentarios hay que pensarlos un poco, no eyacularlos a la primera de cambio.
Si al menos fueran greguerías a lo Ramón Gómez de la Serna (ay, genio, maestro, tuviste un comportamiento servil y cobarde en la Guerra Civil, como seguramente nosotros lo hubiéramos tenido), se aceptaría: la original y creativa descripción de una realidad o situación en diez palabras. Eso es una greguería, para el que no lo sepa.
Internet nos facilita la comunicación, claro, sea en el ocio, sea en el trabajo. Pero a veces nos la dificulta.
Por ejemplo, cuando recibes 100 correos electrónicos (CE) al día, y no sabes qué hacer con ellos.
Nosotros porque ahora no tenemos jefes. Pero cuando éramos empleados (es decir, esclavos), sólo contestábamos los que nos enviaban nuestros jefes (por si acaso) o los que nos interesaban.
Lo demás (más o menos el 80%, porque somos de natural perezosos), ni los contestábamos. Eso nos generó, sin pretenderlo, una imagen de hombre inaccesible, maleducado y un poco borde.
Pues vale. Nosotros no pedimos que nos manden CE. Que nos dejen en paz y tranquilos, el puto mail.
Siempre nos inquietaba (y desazonaba) cuando recibíamos un CE con copia oculta. Nos hacía sentir como un agente de la CIA o el MOSAD.
Nos preguntábamos: Y por qué este capullo nos manda un mail sin que lo sepa el verdadero destinatario? A qué el cabrón nos mete en un lío?
Los CE con copia oculta, deberían estar prohibidos por la Constitución o así, a ser posible la Constitución USA, que mola mazo (menos lo del derecho a llevar armas), y no como la Constitución española, sobre la que los nacionalistas e izquierdones del PSOE deponen (defecan) casi todos los días.
Si algo tienen los comentarios en internet es su prontitud, su instantaneidad (como el café Nestlé). Pueden ser una ventaja, o un muy agravado inconveniente. Además, pueden ser leídos por cualquiera, y quedan grabados en la infinita memoria de internet, pudiendo ser recuperados en cualquier momento.
Los comentarios en los foros y blogs de internet, los carga el diablo.
Quién no ha escrito alguna vez algún comentario del que al poco de enviarlo (o al día siguiente) se arrepiente?
Por qué a veces en internet somos maleducados, groseros, faltones, imbéciles, en definitiva?
Internet como terapia psicológica para ahuyentar los fantasmas a lo Henry James y Javier Marías que nos acosan todos los días.
Es una terapia buena, bonita y barata. Qué más se puede pedir?
Pues eso. Escribamos en internet.
