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El teclado

EL TECLADO

13-09-10

 

Resulta que hemos tenido que cambiar el teclado de nuestro ordenador, Ignasi.

Eso de poner nombres a las cosas aparentemente inertes no es una costumbre de locos. No. Es una costumbre propia de una persona sensible y atenta con los que le rodean. Claro que sí. Lo hemos consultado con nuestra psiquiatra/psicóloga y nos ha dado el visto bueno.

De acuerdo con la bellísima teoría de las cuerdas, de la física cuántica o algo parecido (porque nosotros somos de letras, faltaría más) toda la materia y energía o lo que sea del Universo entero, está unidas por unas vibrantes cuerdas, íbamos a decir vibrantes y doradas cuerdas, porque nosotros las imaginamos así, pero como son invisibles, pues no tendrán color, digo yo.

La verdad es que nos hacemos un lío con esto de la física cuántica, y ya no sabemos si lo que está unido por las cuerdas es la materia o la energía. Pongamos que las dos, y así no nos equivocamos.

Por este principio cuántico (que significa la Física de lo infinitamente pequeño, o eso dicen), nosotros estamos unidos por unas cuerdas con nuestro ordenador portátil, Ignasi, que de portátil no tiene nada porque siempre lo dejamos en casa. Que menos que poner un humano nombre a nuestro ordenador, que tanto nos ayuda para trabajar, para escribir o para ver tías en bolas en internet. Nos parece lo mínimo poner un nombre a nuestro ordenador, que tiene que soportar nuestras columnas (a veces notamos que se avergüenza con ellas, y nos corrige cosas automáticamente, pero como somos los machos alfa de la manada, imponemos nuestro criterio).

Ignasiya se está haciendo adulto. Es todo un hombre, perdón, todo un ordenador. En mayo de este año hizo dos años, y hasta le encendimos dos velas por su cumpleaños que las soplamos por él, porque Ignasi no tiene web cam (sospechamos siempre de las web cams. Y si un pirata informático nos espía, y ve cómo nos hurgamos la nariz sin kleneex? Por eso elegimos en su día a Ignasi, porque no tiene esa cámara de las narices) y tampoco tiene una boca para soplar. No pasa nada, Ignasi, tranquilo. No te sientas peor por no tener esa tontería de cámara, ni por no tener boca. Nosotros vemos y soplamos por ti, como buenos amigos que somos.

Será porque aporreamos el teclado, como dice nuestro querido friqui hijo (ya le llamamos friqui y no se mosquea); será por ese concepto diabólico y saca perras que se llama obsolescencia programada; o será simplemente porque tenía que ocurrir, como suelen ocurrir la mayoría de las cosas, al menos para unos estoicos/epicúreos/pirrónicos como nosotros. El caso es que hace unas semanas se le empezó a caer a Ignasi una tecla, ni más ni menos que la tecla E, una letra importante porque es una vocal y porque se utiliza mucho al escribir. Joder, qué mala suerte: se podía haber caído la W, que está a la izquierda de la E y no se utiliza tanto.

Durante unos días, pudimos escribir con la letra E en ese estado, pero cada cierto tiempo teníamos que parar y ponerla en su sitio. Al final se terminó cayendo del todo, y la letra E, seguramente cabreada y ya libre de la tiranía que significa estar todo el día pegada a un teclado, una noche se las piró, se fue. Desapareció. Caramba con la letra E. Todo un carácter.

Pues nada, a hacer ese tipo de recados que odiamos, que es irte a una calle un poco difícil de llegar en el centro de Madrid, y encargar un nuevo teclado, porque resulta que los listos de los fabricantes, para sacarnos la pasta, no han previsto que si se estropea una letra del teclado, se pudiera sustituir por la letra afectada, y no por el teclado entero.

No pasa nada. No ha salido muy caro, a pesar de todo, y así nuestro querido y fiel Ignasi estrena un nuevo y reluciente teclado. Está tan contento Ignasi que hasta nos ha parecido ver una lagrimita en la pantalla, aunque es posible que tan sólo fuera una mota de polvo.

Ahora Ignasi y nosotros estamos muy contentos. Ignasi porque es el más guapo del barrio, como su dueño, y nosotros porque nos podemos dedicar a escribir sin molestas distracciones.

Estamos mirando la tecla E y pareciera que se mueve un poco. A que la cabrona se las quiere pirar?

Esta noche haremos guardia como en la mili, por si acaso. Esta vez la tecla E no va a poder con nosotros. 

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  1. en respuesta a germinio
    -
    #2
    17/09/10 12:05

    Ja, ja. Releí el otro día la columna sobre mi ordenador, Ignasi. La fecha es del 24-04-09!!!!

    Cómo pasa el tiempo!! Tenemos que ser "traperos" del tiempo. Es una cosa que cada día me obsesiona más: aprovechar el tiempo que nos ha sido regalado, y que no lo sabemos valorar.

  2. #1
    17/09/10 00:55

    Tres hurras por Ignasi, hombre.
    Que ha estado unos de baja laboral y se ha notado en el foro.

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