...BARRERAS DE ENTRADA,...BARRERAS DE SALIDA...
-Este sería un país estupendo para vivir - dijo Arsenio.
Maica le escuchó medio adormilada. Estaban en la habitación de un albergue caribeño, a medio camino entre Puerto Limón y la frontera de Panamá, en una zona conocida como Cahuíta. El albergue tenía el exótico nombre de El Pizote y Arsenio había aprendido nada más llegar el significado de ésa palabra.
Los nativos le llaman coatí y es una animalillo que parece el cruce entre un mono pequeño y un perro. Arsenio y Maica ya los habían visto en
-Este sería un país estupendo para vivir - repitió Arsenio mientras se cambiaba la cura del dedo del pie.
El viaje estaba a punto de terminar, llevaban casi un mes recorriendo el país de costa a costa, deteniéndose en el interior y en las ciudades más interesantes, disfrutando de una naturaleza tropical que acoge a casi todas las especies de Norteamérica, a casi todas las de Sudamérica y a todas las de Centroamérica. Disfrutando de las infraestructuras, con mucho las mejores de la región, de los centros turísticos, del clima, de la comida. Asombrándose con
A Arsenio le daban envidia los yanquis y europeos que se habían instalado por allí, propietarios de un lodge casi todos, no muy grande, de 15 o 20 cabañas mas o menos, done ellos tenían también su residencia y vivían rodeados de guacamayas y titís, comiendo mangos y papayas que cogían de sus propios árboles y con un negocio atendido por cuatro o cinco empleados locales que cuidaban tanto de los clientes como de los dueños. A punto estuvo de buscar uno de ésos lodges para montar una especie de casa rural en el Trópico, pero Maica y él se volvieron para España.
Quince años después, las cosas estaban peor que durante aquel viaje, cuando el país afrontaba una de las crisis cíclicas de la construcción y el negocio de Arsenio hacía aguas por todas partes. Ya no se acordaba de aquella idea ¿peregrina? de emigrar al Caribe y hacerse hospedero de turistas yanquis, como alternativa a la crisis de entonces. Pero la situación actual no se parecía a nada de lo que había conocido antes. El desastre era absoluto, las perspectivas, aún peores y el Doomsday sólo parecía aplazado unos meses, pero en absoluto se había hecho lo necesario para evitarlo. Al contrario, parecía que cada medida que adoptaban las autoridades no iba a servir más que para profundizar en el kaos.
Vio un reportaje sobre un país de las antípodas donde todo parecía funcionar bien. La naturaleza era magnifica y encima disfrutaban de montañas con nieve para poder esquiar. La gente parecía educada, alegre, la sociedad moderna y avanzada, los pueblos seguros, sin violencia, de ésos en los que las puertas de las casas se dejan abiertas y con la llave puesta. El idioma no iba a ser un problema, Maica y los niños se manejaban perfectamente en inglés y disfrutaban aprendiendo cosas nuevas, si fuera necesario. Y encima estaban las playas, para navegar, las aguas más bravas del mundo, para surfear entre tiburones, para tumbarse al sol...
Arsenio empezó a trazar un plan. En su análisis DAFO la lista de
- Maica ¿Te gustaría vivir al lado de una barrera de coral?
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(Este articulo fué publicado por primera vez el 15-07-2009. Hoy Arsenio sigue peleandose con las Barreras, intentando romperlas para procurarle a su familia un futuro mejor que el que se cierne sobre ellos)
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Es sólo literatura, pero me gusta.
herrador