A diferencia de lo que muchos piensan, el trabajo del mediador, dígase agente o corredor, no termina cuando se da de alta la póliza, ni mucho menos, ese es el momento en el que se inicia el mismo.
Los mediadores justificamos nuestro trabajo cuando hacemos un seguimiento correcto de nuestros clientes:
- Al hacer un comprobar la correcta y rápida resolución de los siniestros.
- En el momento de la renovación de la póliza observamos si se incrementa mucha e injustificadamente el precio de la misma explicando a nuestro asegurado el por qué de la subida o, si es preciso, proponiendo el cambio de compañía al asegurado.
- Si nos damos cuenta de que han cambiado las circunstancias personales de algún cliente, proponerle pólizas que puedan cubrir sus necesidades. Ejemplo puede ser un asegurado trabajador del Régimen General que pase a ser Autónomo. Lógicamente, necesitará otro tipo de protección de la que tenía antes (aumentar su seguro de vida, proponer un seguro de subsidio, et…)
En mi opinión, el problema de los mediadores es que hacemos por nuestros asegurados muchas cosas que nosotros damos por supuesto que debemos hacer, pero no lo publicitamos lo que hacemos por ellos.
Un ejemplo de nuestro valor añadido se ha dado en nuestro despacho hace unos días: Nuestro asegurado tuvo un siniestro de reclamación de daños con su coche. Fue un siniestro muy largo y complicado por varias razones:
- El valor de la reparación de los daños del coche era superior al valor de mercado del mismo, por lo que la compañía de seguros ofrecía dicho valor ( el mas pequeño, por supuesto). Con nuestra mediación se consiguió aumentar la indemnización propuesta y se le pagó al asegurado bastante mas de lo que inicialmente se le ofrecía, unos 700 € mas de lo que inicialmente le ofrecían.
- En segundo lugar, el asegurado se lesionó, estuvo de baja médica algunas semanas, además de padecer determinadas secuelas. Este señor tomó un abogado particular al que pagó 500 € sin recibo ni factura para que éste le representara. Al interesarnos por el pago de dicha minuta descubrimos que nuestro asegurado no sabía que los gastos de abogado estaban cubiertos aunque no cogiera al abogado de la compañía. Es mas, el abogado en cuestión intentó cobrar la minuta a la compañía cuando ya la había cobrado del asegurado.
El verdadero valor de nuestro trabajo: 700+500: 1200 € de beneficio por haber confiado en nosotros.
Nuestra Correduría no es mejor ni peor que las demás, casi todas se preocupan de sus asegurados, porque si éstos se sienten protegidos renovarán sus pólizas con nosotros.