Cuanta filosofía, cuanto papel mojado y cuanta economía hace falta, para darnos cuenta de que no podemos seguir como estamos.
Una familia que gasta más de lo que gana, solo tiene salida de una forma, endeudándose para no llegar al crash family, o lo que es lo mismo irse al garete.
Pero a la postre siempre hemos dicho que es pan para hoy y hambre para mañana, pagar el colegio del chiquillo con la visa, o pagar con la hipoteca de la mujer, es cuanto menos valiente.
Si esto lo habéis entendido, solo comentaros, que eso es exactamente, lo que personas, con un harén extenso están haciendo, con los impuestos, que más de tres están pagando, antes eran más, pero el temporal ha reducido el número de impositores de forma abismal (empresas y familias).
Pero todo nos lleva hacia una conclusión, nos hemos puesto en los años 50 en lo que se refiere a todo. Volveremos con la neverita las sillas y así tendremos el mejor restaurante y en primera línea de playa, eso sí, con un menú del día a prueba de no impositores.
Este fin de semana pasando por una de las playas más famosas de Valencia, no por calidad, que por cierto le retiraron la bandera azul, sino por la cercanía a la ciudad, me llamó la atención el elevado número de personas, buscando con sus mesas plegables, sus tortillas, su tinto de verano, las mejores vistas.
Es que lo queramos o no, estamos perdiendo los hábitos del consumo masivo, que eso no es calidad de vida, yo prefiero una ensaladilla de mi madre a unas patatas bravas resecadas, al son de dos esbeltos camareros, que no tienen mejor modales que un ex convicto.
Así que nos moveremos, con un 600, con menos accidentes, 6 personas adultas, con sus 3 churumbeles, buscando un lugar en el lago para pasar una tarde fresca, sin mucho gasto.
A muchos se le tiene que bajar los humos, porque al final, para ser feliz no hace falta más que estar con las personas que quieres, y sacar del medio muchos prejuicios, mucha tontería, que hasta ahora es lo que más rondaba por la vida.
Quien quiera seguir con sus visas, con sus refinanciaciones, serán menos felices, y serán carne de cañón, por que el guión ha cambiado y los actores más inteligentes, ya han puesto cartas en el asunto, pobres de los que sigan con la tontería, se los llevará por delante la vida.
Una familia que gasta más de lo que gana, solo tiene salida de una forma, endeudándose para no llegar al crash family, o lo que es lo mismo irse al garete.
Pero a la postre siempre hemos dicho que es pan para hoy y hambre para mañana, pagar el colegio del chiquillo con la visa, o pagar con la hipoteca de la mujer, es cuanto menos valiente.
Si esto lo habéis entendido, solo comentaros, que eso es exactamente, lo que personas, con un harén extenso están haciendo, con los impuestos, que más de tres están pagando, antes eran más, pero el temporal ha reducido el número de impositores de forma abismal (empresas y familias).
Pero todo nos lleva hacia una conclusión, nos hemos puesto en los años 50 en lo que se refiere a todo. Volveremos con la neverita las sillas y así tendremos el mejor restaurante y en primera línea de playa, eso sí, con un menú del día a prueba de no impositores.
Este fin de semana pasando por una de las playas más famosas de Valencia, no por calidad, que por cierto le retiraron la bandera azul, sino por la cercanía a la ciudad, me llamó la atención el elevado número de personas, buscando con sus mesas plegables, sus tortillas, su tinto de verano, las mejores vistas.
Es que lo queramos o no, estamos perdiendo los hábitos del consumo masivo, que eso no es calidad de vida, yo prefiero una ensaladilla de mi madre a unas patatas bravas resecadas, al son de dos esbeltos camareros, que no tienen mejor modales que un ex convicto.
Así que nos moveremos, con un 600, con menos accidentes, 6 personas adultas, con sus 3 churumbeles, buscando un lugar en el lago para pasar una tarde fresca, sin mucho gasto.
A muchos se le tiene que bajar los humos, porque al final, para ser feliz no hace falta más que estar con las personas que quieres, y sacar del medio muchos prejuicios, mucha tontería, que hasta ahora es lo que más rondaba por la vida.
Quien quiera seguir con sus visas, con sus refinanciaciones, serán menos felices, y serán carne de cañón, por que el guión ha cambiado y los actores más inteligentes, ya han puesto cartas en el asunto, pobres de los que sigan con la tontería, se los llevará por delante la vida.
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