La línea grande blanca de cierre marubozu dejada hoy en el S&p 500 ha alterado mínimamente la simetría que llevan manifestando durante todo el mes de junio el futuro de renta variable y el futuro del bono norteamericano a 30 años, dejando ora una vela en forma de martillo y una vela en forma de estrella fugaz, ora sendos dojis.
La correlación negativa sigue vigente y al avance de uno de los futuros corresponde el retroceso del otro. En el gráfico comparado se puede apreciar perfectamente e incluso disfrutar de un juego de simetrías y espejos.