El indicador de nuevos mínimos muestra el número de valores que han alcanzado un nuevo mínimo durante las últimas 52 semanas y sirve para analizar la fortaleza del mercado. La explicación más sencilla radica en que si no hay valores que hagan mínimos es porque no hay ventas ni debilidad en el mercado. Por consiguiente, cuando el indicador empieza a crecer, se debe considerar una señal de aviso y una invitación a la prudencia.
Si se fija en el gráfico semanal del Nasdaq 100, verá que las lecturas del indicador se asemejan a las mostradas en el año 2007. Unos niveles tan bajos representan un contexto de mercado muy alcista y reflejan un sentimiento positivo, optimista y ajeno al riesgo. Sin embargo, conviene señalar que tales niveles no son fácilmente sostenibles y acaba por llegar un momento en que ese entorno positivo se quiebra. Existe, además, la diferencia significativa de que la renta variable no se halla dentro de un ciclo de mercado alcista como en 2007.
Hay que señalar que el índice tecnológico se halla sobre una media móvil de 200 sesiones extremadamente alisada, ha roto su línea de tendencia bajista de medio plazo y podría incluso considerarse que ha realizado un retroceso a la misma, a pesar de que el volumen no haya sido concordante. Por ende, no cabe más que pensar que el indicador de nuevos mínimos revela apropiadamente la fuerza todavía presente en el Nasdaq.
Mientras el precio se encuentre sobre la media y, en última instancia, sobre la directriz y la zona de 1.650, no habrá mayores problemas, a pesar de que el Macd haya alcanzado niveles resistivos importantes y, tras marcar una primera señal de alerta, empiece a señalar una clara divergencia y a concederle escaso recorrido al precio. Se mantiene, así mismo, un gap alcista abierto que, mientras no sea cerrado y perforado, no se podrá considerar de agotamiento.