El gobierno venezolano anunció el pasado sábado la devaluación del bolívar venezolano, pero estableciendo dos tipos de cambio distintos. Por un lado, para las importaciones en general el bolívar venezolano queda fijado en los 4.3 VEB/US$, y para bienes de primera necesidad (alimentos, medicinas y maquinaria) queda fijado en 2.6 VEB/US$.
El tipo de cambio oficial hasta el pasado fin de semana era de 2.15 VEB/US$. Con esta medida se está normalizando las presiones observadas sobre la moneda venezolana, con una cotización en el mercado negro que superaba los 5.0 VEB/US$. La medida entró en vigor el lunes 11 de enero.
Una medida tán d´ratica siempre tiene dos caras. Si intentamos buscar el lado positivo, lo podemos encontrar en el apoyo que supone alas exportaciones, que serán más competitivas en el exterior y los mayores ingresos que supondrán las de petróleo. Recordemos que las exportaciones de crudo suponen el 84% del total, con un peso en el PIB del 13%.
En el lado negativo, sin embargo, la devaluación supondrá una presión alcista sobre la inflación. Las maltratadas clases medias, ven como sus ahorros en bolívares, pasan a valer la mitad y han salido a las calles a realizar acopio de alimentos y bienes de primera necesidad. Esto empujará aún más a los precios al alza.
El ministro de Economía venezolano calcula un aumento en torno al 3.0%/5.0% sobre la inflación. Las previsiones que el gobierno venezolano barajaba eran en torno al 20-22% de inflación (terminaron el año en e 26.9%). Estos niveles de precios fuera de control han retrasado la decisión de la devaluación que aunque inevitable pone aún más contra las cuerdas al presidente de Venezuela, H. Chávez, que se ha apresurado a anunciar un férreo control sobre los precios, actuando contra aquellos que eleven precios tras la devaluación.
Venezuela y Argentina nos han dado muestras en estos primeros compases de año, como son economías que a pesar de su enorme potencial productivo y su fuerza de trabajo añadida a las riquezas naturales, están dirigidas por personajes populistas, Incapaces de guiar a sus países por la senda del crecimiento económico.