La pasada semana ha estado plagada de abundantes titulares con respecto a las decisiones, o más bien declaraciones de los distintos presidentes reunidos en Londres en la cumbre del G-20. La postura anglosajona con EEUU y Reino Unido ala cabeza abogaban por una mayor inyección de liquidez, con la vivida en los último 18 meses, mayor intervención pública en los mercados de crédito para que se reestablezca la circulación del prestamos. La postura del eje franco alemán, abogaba por una mayor regulación de los sistemas financieros, mayor control del sistema financiero y apenas intervención pública, no mayor de la que suponía la política monetaria del BCE que recortó los tipos por debajo de lo esperado pro el mercado hasta el 1.25%.
Aparte de los titulares, nos podemos quedar con la dotación al Fondo Monetario Internacional, de 700.000 millones de euros, que se destinaran a ayudar a los países (emergentes y no tanto), que vean como sus economías se tambalean a causa de las estrecheces del crédito internacional.
Si leemos el Economist de esta semana, apenas aparecen más conclusiones de la cumbre, y es calificada porco más o menos que un “paseo para charlar y comprar en la ciudad del Támesis”.
Más interesante es el artículo relacionado con la situación laboral donde se comenta como los empleos para profesionales cualificados han desaparecido, y donde el dato de paro publicado el pasado viernes en EEUU, donde la tasa de paro se sitúa ya en el 8,5% el mayor porcentaje de los últimos 26 años.
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¿Qué tiene que ver todo esto con los mercados de divisas? Todo y nada. El pasado lunes 30 de marzo el dólar euro se marcaba a 1,33$/euro. Las perspectivas de bajadas de 50 puntos básicos por parte del BCE, hicieron apreciarse al dólar hasta el 1,35$/euro el pasado jueves, nivel en el que ahora se mantiene. Los datos de empleo del viernes, demostraron que la economía norteamericana aún no ha tocado fondo, y las declaraciones de Obama en el G20 evidenciaron que la Reserva Federal seguirá recomparando bonos, es decir inyectando liquidez al sistema, lo cual hará que la posición de dólar sea relativamente débil con respecto al euro.
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A nivel técnico podemos ver el doble suelo realizado en el entorno del 1,25 $/euros, que podría evidenciar un cambio en la tendencia bajista del euro en el corto plazo. Habrá que estar muy atentos a la zona de 1,30 $/euros para ver si se confirma el cambio de tendencia.
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Dña. Sara Pérez-Frutos
Aparte de los titulares, nos podemos quedar con la dotación al Fondo Monetario Internacional, de 700.000 millones de euros, que se destinaran a ayudar a los países (emergentes y no tanto), que vean como sus economías se tambalean a causa de las estrecheces del crédito internacional.
Si leemos el Economist de esta semana, apenas aparecen más conclusiones de la cumbre, y es calificada porco más o menos que un “paseo para charlar y comprar en la ciudad del Támesis”.
Más interesante es el artículo relacionado con la situación laboral donde se comenta como los empleos para profesionales cualificados han desaparecido, y donde el dato de paro publicado el pasado viernes en EEUU, donde la tasa de paro se sitúa ya en el 8,5% el mayor porcentaje de los últimos 26 años.
¿Qué tiene que ver todo esto con los mercados de divisas? Todo y nada. El pasado lunes 30 de marzo el dólar euro se marcaba a 1,33$/euro. Las perspectivas de bajadas de 50 puntos básicos por parte del BCE, hicieron apreciarse al dólar hasta el 1,35$/euro el pasado jueves, nivel en el que ahora se mantiene. Los datos de empleo del viernes, demostraron que la economía norteamericana aún no ha tocado fondo, y las declaraciones de Obama en el G20 evidenciaron que la Reserva Federal seguirá recomparando bonos, es decir inyectando liquidez al sistema, lo cual hará que la posición de dólar sea relativamente débil con respecto al euro.
A nivel técnico podemos ver el doble suelo realizado en el entorno del 1,25 $/euros, que podría evidenciar un cambio en la tendencia bajista del euro en el corto plazo. Habrá que estar muy atentos a la zona de 1,30 $/euros para ver si se confirma el cambio de tendencia.
Dña. Sara Pérez-Frutos
Directora General de DraconPartners