O bien: "Haz lo que yo digo, no lo que yo hago"
Hace apenas seis meses, el primer ministro holandés Rutte, y el ministro de Finanzas de Jager se defienden de la necesidad de la exclusión de la zona del euro de los soberanos que se mofaban de las normas fiscales de Europa. Además, sostuvieron que los que sistemáticamente violan dichas normas deben enfrentar sanciones más duras y la posibilidad de perder algo de autonomía sobre la política fiscal, y que un comisionado independiente de la disciplina presupuestaria se establezca para este fin.
Por desgracia para el gobierno holandés, ahora resulta que ellos mismos son uno de los infractores fiscales. Según la Oficina Holandesa para Análisis de Política Económica, el déficit presupuestario en Holanda podría aumentar hasta el 4,6% del PIB este año, muy por encima del objetivo del 3% recogido en el nuevo pacto fiscal. Con el fin de reducir el déficit, el gobierno de Rutte tendrá que hacer recortes de más 9bln de eur (1,5% del PIB) en momentos en que la economía ya está en recesión. Algunos miembros del gobierno ya están rebelando en contra de esta idea, como el líder del Partido de la Libertad, Geert Wilders Gert. De hecho, Wilders ha comenzado una campaña para celebrar un referéndum sobre la adhesión de Holanda de la moneda única. Como tal, no es ninguna sorpresa ver a los diferenciales de los bonos holandeses ampliarse vs Federaciones en el último par de meses.
El mercado de bonos está empezando a pensar que la calificación AAA de Holanda ya no está justificada. Por lo tanto, un rendimiento más bajo no sería especialmente sorprendente.