El fiasco griego de nunca acabar

Exasperados y exhaustos por Grecia en igual medida, los líderes europeos están usando ahora medios más expeditivos en un intento de conseguir que los políticos del país vean la gravedad de la situación. Ayer, la Comisión Europea sugirió que ya no había tiempo para un acuerdo, mientras Angela Merkel amenazaba con que no habría más rescates si los políticos griegos no aceptan las demandas de la troika. Particularmente polémica para Grecia es la propuesta de la troika de reducir el salario mínimo en un 20%, reducir las pensiones suplementarias en un 15% y rebajar el número de trabajadores del sector público en otros 15k más. Papademos va de un meeting con la troika a otro con los tres principales partidos políticos griegos; el “circo” continúa desde antes del fin de semana y el escepticismo que reina sobre las posibilidades de que un acuerdo sea alcanzado pronto es enteramente justificable.

Mientras tanto, tanto la Comisión europea como el gobierno griego están realizando los preparativos para la cada vez más probable salida desordenada del euro. Incluso si Grecia accediera a las medidas dictadas por la troika, Europa y el FMI están ahora insistiendo en que la mayoría del dinero del rescate se coloque en un cuenta bloqueada para garantizar el pago a los bonistas. Además los fondos de rescate únicamente se liberarían para el supuesto de que Atenas accediera en las reformas solicitadas. Por ahora, Alemania ha respaldado la propuesta de la UE de enviar un comisionado presupuestario con poder de veto sobre impuestos y decisiones de gasto.

Hoy Grecia está acosada por otra huelga nacional contra las medidas de austeridad.