En contraste con muchas de las 16 cumbres que la UE ha celebrado en los últimos dos años desde la crisis de la deuda griega surgió por primera vez, la de ayer fue especialmente productiva.
En primer lugar, veinticinco de los países de la UE de los 27 miembros firmaron pacto fiscal, destinado a aplicar la disciplina presupuestaria más dura de Europa. A todos los firmantes del pacto también se les requiere insertar cláusulas de acción colectiva en las nuevas emisiones de deuda pública en enero de 2013.
En segundo lugar, se acordó que el establecimiento del Fondo Permanente de rescate de euros de unos 500bln debería acelerarse. Aún no se decide si el EFSF debe funcionar en paralelo con la ESM que, de aprobarse, aumentaría la capacidad financiera de Europa considerablemente. Este tema será un tema importante en la próxima cumbre a principios de marzo. Aunque Angela Merkel está a favor de esta propuesta, su propio partido ha votado en contra, alegando que daría lugar a aportaciones adicionales de Alemania de más de 200bln euros.
Por desgracia, fue el rápido deterioro de la situación en Grecia, lo que dominó el espacio en la cabeza de los líderes europeos en esta cumbre. El primer ministro griego Papademos estaba indignado por una demanda alemana de que Grecia aceptara el nombramiento de un comisionado de presupuestos de la UE con poder de veto sobre las políticas impositivas y de gasto. El primer ministro francés Sarkozy intervino, asesorando a Merkel que "no puede haber ninguna duda de poner a cualquier país bajo la tutela". Merkel al parecer aceptó este principio, pero luego sugirió que Grecia era "un caso especial" y que era necesario "un control especial". Alemania definitivamente no ha renunciado a esta idea.
Merkel aumentó la presión sobre Grecia de ayer, alegando que la sostenibilidad de su deuda es "especialmente mala" y que se necesitaba más acción del gobierno y más contribuciones de los acreedores privados. Se sugirió ayer que éste había aceptado un cupón mucho más bajo, como parte de un nuevo contrato (3,5% en los nuevos bonos en vez de 4,25% anterior), aunque esto aún no ha sido confirmada.
Grecia se está quedando sin tiempo para lograr un acuerdo - que necesita para obtener más dinero de rescate de los acreedores internacionales antes del pago de la deuda 14.5bln EUR el 20 de marzo. Una preocupación adicional es que, aunque los acreedores privados se pongan de acuerdo con un acuerdo sobre la reestructuración, no será suficiente para lograr la sostenibilidad de la deuda y probablemente tendrá que ser renegociado con bastante rapidez.
Como era de esperar, Grecia sigue mirando al abismo financiero.