Ante el desempleo terrible y el regreso de la economía a la recesión, el presidente Rajoy reconoce la imposibilidad de alcanzar la meta fijada para el déficit fiscal del 4,4% del PIB acordado por la administración anterior con los líderes europeos. Después de tener en cuenta las deficiencias significativas a nivel regional, el déficit del año pasado en España estuvo por encima del objetivo del 8%. Recientemente, algunos de sus ministros han estado insinuando que Rajoy puede pedir a la UE una cierta paciencia fiscal para este año. Hoy Moodys ha señalado que el logro de los objetivos fiscales en España se complica por el empeoramiento de la situación económica, un desarrollo que fue " de crédito negativo" para España como Estado soberano como para sus bancos.
En un intento por tranquilizar a Europa con respecto a sus credenciales fiscales, Rajoy ha decidido poner en práctica algunas medidas adicionales, incluyendo la eliminación temporal de un subsidio a las nuevas plantas de energía con energías renovables, que ya era hora por cierto. Su gabinete también ha acordado una ley de estabilidad presupuestaria, que a su vez se convertirá en una enmienda constitucional, destinada a asegurar que todas las administraciones estatales reproduzcan presupuestos para buscar ese equilibrio estructural en 2020.
Rajoy tiene unas cuantas medidas fiscales que implementar. Según algunas estimaciones se necesitan 40bln euros de ahorro para alcanzar el objetivo del 4,4%. Hasta ahora, sólo 15bln euros han sido anunciados. A menos que la UE le ofrezca un balón de oxígeno, hay un largo camino que recorrer.