Italia por fin tiene un primer ministro que está dispuesto a aplicar la reforma estructural en un país que ha sido arruinado por la ineficiencia y la esclerosis burocrática desde hace décadas. El gabinete de Mario Monti, está a punto de aprobar una ley que cortará a través de muchas de las cargas administrativas que pesan sobre el sector privado en la esperanza de impulsar la productividad. Cientos de leyes se acabarán y muchos otras se redibujarán con el objetivo de simplificar la vida para el sector corporativo.
El Primer Ministro ha sido un hombre muy ocupado. El mes pasado, llevó a cabo recortes presupuestarios por valor 20bln euros en un intento por estabilizar las preocupaciones sobre las finanzas públicas de Italia. También ha aprobado una pieza importante de la legislación que se abre a las distintas competencias profesiones así como los taxistas y los notarios. Su gobierno también está hablando con los grandes sindicatos para modificar normativas laborales arcaicas y restrictivas leyes.
Aunque la economía está sufriendo sin duda Monti se mueve a Italia en una dirección positiva.