Los mercados se han tomado un ligero respiro al ver cómo los datos publicados al principio de año son algo más alentadores, siendo los más recientes, los datos provisionales de ayer sobre el PMI en Europa. Sin embargo, ¿nos dirigimos a una repetición de los últimos dos años? Ambos datos vieron una fuerte tendencia a sorpresas al alza en la primera parte del año, que irá seguida por una serie de datos más débiles. Mientras que en los EE.UU. puede haber alguna base para un mejor tono, Europa es claramente más frágil. El FMI dijo ayer que la zona euro puede entrar en una recesión moderada este año, pero la divergencia económica significa que esto implica decididamente diferentes cosas para diferentes países, sin olvidarnos de la restricción fiscal que se está imponiendo en muchos países no centrales. No es el diluvio para Europa, es sólo una advertencia para no perder de vista el hecho de que estemos en el ojo del huracán de la crisis soberana y que la ruta de escape aún no se ha trazado
Más tensión en España
España se encuentra en una situación financiera muy complicada actualmente, situación que necesitará de un largo tiempo para rectificar. No ayuda tampoco los signos de que su economía está de nuevo en recesión. Según el Banco de España, el crecimiento se contraerá un 1.5% este año. Para los ministros responsables de colocar a España en una situación fiscal más sólida, su labor se ha vuelto más complicada al tener que alcanzar el déficit fijado de 4.4% del PIB lidiando con un déficit del 8% registrado en 2011. A pesar de que Rajoy ha anunciado un paquete de medidas de austeridad de EUR 15 bln, debemos esperar todavía 2 meses para ver un presupuesto más en detalle.
Preocupantemente, pudiéramos ver aparecer algunas fricciones entre los 2 ministros a cargo de corregir el balance. La semana pasada Montoro solicitó a la UE que relajara el objetivo de déficit del 4.4% argumentando que era irreal. Sin embargo, ayer el Ministro de Economía Luis de Guindo remarcaba el fuerte compromiso de España con la austeridad. La semana pasada Saenz de Santamaría declaró también la determinación de España para alcanzar el objetivo fijado.
Es posible que dichas posiciones no sean necesariamente contradictorias. El nuevo Gobierno español parece estar comprometido con la consolidación fiscal pero se percibe también un reconocimiento de que demasiada austeridad puede poner en riesgo la economía y precipitarla en una espiral peligrosa.
Una base para el optimismo del BCE. Los datos de PMI provisionales de Alemania, Francia y la zona euro en su conjunto sugieren que el optimismo expresado por el BCE a principios de este mes no le falta sustancia. En la conferencia de prensa de enero, Draghi señaló que "hay signos tentativos de estabilización de la actividad en niveles muy bajos" y de las dos mayores economías y la eurozona en su conjunto, al menos, los datos de ayer añadieron un poco de peso a este punto de vista. El aumento en el saldo de fabricación de Alemania que se sitúa por encima de 50 y un nivel visto por última vez en agosto de 2011 (con 50,9), mientras que la serie de servicios mostró aún más vigor en 54,5. Aunque el sector manufacturero en Francia cayó, se recuperó y los servicios, para la eurozona en su conjunto, si situó de nuevo por encima de 50 (también por primera vez desde agosto). Esto se pone en contraste con la publicación reciente de la previsión de una recesión próxima en la zona euro en la que se afirman las advertencias más recientes procedentes del FMI antes de la publicación de su última ronda de las previsiones. El patrón de datos hace que la recesión según hemos visto es probable que sea leve, pero dentro de este el factor de stand-out es la creciente divergencia económica entre Alemania y (en diversos grados), el resto de la eurozona. Toda convergencia económica está muy bien desde una perspectiva, pero la estructura y la base de la moneda única, ha explotado.