Los expertos creen que reina un falso optimismo e insisten en su mensaje de cautela
"Abstenerse hipertensos y gente sin experiencia". No estaría de más que una advertencia similar colgase en un lugar visible a la entrada de cualquier Bolsa del mundo. Y es que el arranque del año no ha despejado ni una sola de las dudas que lastraron los mercados en 2008. Es más, las ha incrementado. El Ibex 35 cerró el primer trimestre con una caída del 15% -el descenso anual es del 9,5% si se cuentan las tres primeras sesiones de abril-. Los acuerdos del G-20 de esta semana han cambiado el humor de los inversores. Sin embargo, el sistema financiero continúa en el coma profundo en el que entró hace más de un año; la economía mundial se encamina a su primera recesión global en décadas, y los resultados empresariales se deterioran a un ritmo de vértigo. Mucho plomo para pensar en una mejoría sostenible de la renta variable.
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