Estamos en crisis sí, pero nos gusta ser diferentes. El otro día estuve con unos amigos en uno de los famosos Starbucks tomando café. Para el que no lo sepa un Starbucks es una cafetería importada de Estados Unidos con una expansión enorme en los últimos años a lo largo y ancho del planeta. Es una cafetería con un diseño que la hace diferente de cualquier otra y cada día con mas adeptos, a pesar de sus altos precios. Sin duda, han conseguido diferenciarse de sus competidores. No es lo mismo tomarte un café que tomarte un café en un Starbucks.
Y he aquí algunas de mis preguntas: ¿Por qué la gente acude a un Starbucks a tomar café sabiendo que cuesta el doble que en cualquier otra cafetería? ¿Por qué de cinco personas que vi con su portátil cuatro usaban Mac? ¿Por qué cuando quise enviar un archivo por bluetooth a un amigo detecté tres iphone en el local? ¿Por qué las revistas que hay al alcance del público son Cosmopolitan, Muy Interesante, Quo y semejantes?
¿Será que han conseguido diferenciarse? ¿Será que la gente prefiere la calidad al precio a pesar de la crisis? ¿Será que Starbucks se ha convertido en un símbolo del elitismo social?
La cuestión es que el café estaba delicioso, aquello estaba lleno de sofás super cómodos, tenía 3 televisiones planas, la música era buena, el wifi era gratuito y las camareras podrían haber sido modelos en otra vida.
Y con este artículo no pretendo, ni por asomo, hacerles publicidad. Mi intención no es mas que reflexionar sobre el elitismo social, la diferenciación de productos y como hacer de algo caro una mina de oro bien explotada. Está claro que en estos tiempos de crisis el españolito medio querrá sentirse diferente de los de su manada, por ejemplo, acudiendo a un sitio de esto. ¿Qué mas da si es a base de talonario?