Dado que esto de la crisis no nos está gustando ni un pelo sería buena idea hacer pagar a sus culpables indirectos. Digo indirectos porque los verdaderos culpables, los políticos, saldrán de rositas y por mucho que nos quejemos no les va a pasar nada. Sin embargo, sí podemos hacer que todos esos especuladores chupóteros paguen por su arrogancia. En este numeroso grupo destacan dos estereotipos: los banqueros y los ladrilleros.
Hacer pagar a los banqueros es fácil. Basta con dejar de suministrarles dinero público. Si están arruinados que se jodan. No tenemos que pagar con nuestros impuestos sus nefastas gestiones. Si el sistema se viene abajo, que se venga. Ya vendrán otros a levantarlo. Sería interesante también que el Estado los auditase a todos. Ya se ha visto con CCM que el nivel de mamoneo por parte de los directivos bancarios puede rozar la vergüenza ajena. Los culpables a la cárcel, sin piedad. Y que paguen, por supuesto. Si no tienen dinero que les vendan sus chalets y sus coches de lujo, pero que paguen la que han montado.
En cuanto a los ladrilleros, el tema se complica. Constructores, promotores e intermediarios han estado lucrándose durante la burbuja inmobiliaria. Ahora sus empresas quiebran, sus trabajadores van a la calle y sus casas invendibles se quedan adornando el paisaje español cual toro de Osborne. Sin embargo, a pesar de que la gran mayoría se convirtieron en emprendedores sin tener ni la mas remota idea de economía, sí que supieron lucrarse y esconder billetes de 500 euros hasta debajo de las piedras. Oficialmente no tienen ni un duro pero la realidad demuestra que están forrados. El problema es que no pueden utilizar sus billetes gigantes porque se les pillaría. ¿Solución? Le cambiamos el color. Dado que no piensan utilizar ese dinero que tienen guardado y que tan bien le vendría al sistema económico, obligémosle.
Si se cambiase el color de los billetes de 500 euros de la noche a la mañana estas personas sólo tendrían dos opciones: gastarlos, con lo que conseguiríamos aumentar el consumo; o ir al banco a cambiarlos. De una forma u otra se conseguiría reactivar mínimamente la economía. El que no opte ni por una opción ni por la otra es que algo esconde. En ese caso su fortuna desaparecería y pagarían por la estafa que han llevado a cabo.
Ya está bien de ladrones en este país. Si no se adoptan medidas radicales de este tipo jamás llegaremos a ninguna parte, simplemente, seguiremos siendo Egspañistán.