Acabo de leer un artículo que me ha abierto la mente:
"Los científicos analizaron las puntuaciones en tests de inteligencia de habitantes de 90 países distintos, y constataron que la inteligencia de la población, particularmente del 5% de los más inteligentes de cada país, supone una gran contribución a la fortaleza de las economías nacionales."
Espeluznante análisis donde se descubre que, efectivamente, el caballo de Santiago es blanco. ¿Qué sería del periodismo sin estos progres?
Postdata: mientras escribo estas líneas se desborda la tensión en las redacciones de El País y El Mundo porque la central de Fukushima, muy a su pesar, tampoco hoy se ha ido a tomar por culo.