Nos guste o no, por acción u omisión estamos en movimiento. Lo estamos aunque físicamente permanezcamos en reposo: la inmovilidad no es una opción realista en un mundo de cambio permanente. Algunos nos volvemos plenamente “globales”; otros quedan detenidos en su “localidad”, un trance que no resulta soportable en un mundo en el que los “globales” imponen las reglas del juego de la vida. (Zigmunt Bauman)
Me gustaría partir del párrafo anterior.
Primero, sobre la parte final del mismo. Se suele decir que existen dos tipos de globalización en cuanto a beneficiarios. Por una parte el grupo de países que comandan el proceso y son más participes; y por otra, un segundo grupo formado (en su mayoría) por países subdesarrollados cuya experiencia vivida durante el proceso globalizador, más que beneficiosa o perjudicial ha sido, hasta la fecha, más que nada secundaria. Secundaria en cuanto a sus necesidades actuales.
Este segundo grupo, digamos los olvidados por la globalización, primordialmente necesitan mejorar en diversos ámbitos institucionales, lograr una estabilidad importante en términos generales que les acerque a una situación idónea de la cual partir para poder sacar cierto partido de la globalización.
Decía al principio citando a Bauman "la inmovilidad no es una opción realista" y, ciertamente, no lo es. El capital no entiende de desigualdades, y la velocidad con la que éste se mueve en busca de rentabilidades mejores no permite que estos países se queden parados siguiendo el proceso como espectadores a la espera de la equidad. Estático es el que permanece parado mirando como evolucionan continuamente las nuevas tecnologías, como se generan las ideas innovadoras, al fin y al cabo como cambia la concepción y las estrategias de las empresas y los diferentes sectores. Por lo tanto, esta Movilidad lleva en general a todas las economías (ya subidas al tren de la globalización) a ser más competitivas, mayor adaptabilidad. Tener capacidad de afrontar esta volatilidad (inestabilidad), saber hacerla “suya”, es decir, al estar expuestos a mercados más grandes, también somos capaces de diversificar nuestras inversiones y variar los mercados en los que más nos conviene participar y por lo tanto no estar limitados a mercados pequeños y a su evolución.
Internet proporciona movilidad y la potencia día a día, es la herramienta a través de la cual más se propaga e influye la globalización, sobre cualquiera de las variables afectadas por dicho proceso. Una movilidad que crece continuamente, pero proveniente de unos pocos países, países que poseen mayor cultura tecnológica/innovadora en general, y encabezan los puestos bajo un contexto de globalización.
Por lo tanto, para poder hablar de una globalización más igualitaria y repartida, en la que contribuyan más economías y se beneficien más economías, estas deben llegar a poder potenciar la cultura antes mencionada. Esto solo será posible propiciando cambios más importantes, llevándoles a una situación bajo la cual poder empezar a ser más participes e involucrados en una globalización, entonces más global.