Hasta el momento, los dispositivos informáticos de memoria fabricados a partir de nanotubos de carbono habían resultado ser demasiado lentos. A pesar de ello, se ha creído hasta el momento que los nanotubos son el material ideal para la fabricación de los mismos. Esta creencia se ha confirmado ya que, ha aparecido hace muy poco tiempo un nuevo diseño que posee una velocidad 100.000 veces superior a la de los prototipos que le precedían. El nuevo dispositivo podría almacenar y borrar información a solo 100 nanosegundos, velocidad que superaría a la de las memorias flash del mercado.