A menudo, en la vida y en el tráding, tenemos la mala costumbre de desperdiciar nuestro tiempo, nuestra energía y por supuesto, nuestro dinero, por quejarnos de no ser capaz de tomar decisiones que sabemos debemos tomar, por no aceptar responsabilidades y oportunidades que en conciencia deberíamos adoptar, y por no tomar operaciones que en frío y en simulado sabemos que tendrían que ser ejecutadas sin contemplación ni subjetividad alguna.
La importancia de actuar
Cometemos un doble error: no actuar, no decidir, no vivir, no operar, cuando todo el escenario a priori nos favorece y luego, además, nos lamentamos por no haber tomado dichas decisiones, con lo que nos resignamos a sufrir en un bucle sin fin. Podemos redondear aún más nuestra no actuación, y regodearnos en nuestra indecisión, y amplificar esas sensaciones y situaciones comprobando lo bien que le ha ido a otras personas que han decidido aprender, formarse, capacitarse y adquirir la aptitud necesaria y que luego han tomado la decisión de desarrollar también su actitud, y ejecutar lo que su sistema y el mercado les decía que tenían que hacer y que sí han sabido ejecutar el plan de trading trazado y operar, conforme a lo previsto...
Y como recurso fácil, nos lamentamos dando inútiles golpes de pecho asegurándonos que "esta vez a ser la última vez, no volverá a pasar..." o lanzando promesas al aire que sabemos ni siquiera nos vamos a molestar en tratar de cumplir...
Perdemos nuestro tiempo (en la vida y en el trading) lamentándonos por no empezar a actuar, o retrasando y postergando el momento, dejándolo siempre para otra ocasión (por miedo, falta de conocimiento, de ganas, por distracción, por pura procrastinación...) y nos instalamos en una continua queja por las ocasiones perdidas, por las oportunidades vitales desperdiciadas... sin darnos cuenta de que día a día pasan a nuestro lado, en la calle, en nuestro devenir cotidiano o frente a la pantalla que nos escupe la cruda realidad de los gráficos.
A una de las personas de las que recibí formación le gustaba decir que, cuando se conseguía elaborar un sistema con una adecuada esperanza positiva y se vencían los fantasmas interiores, el tráding era una máquina de fabricar billetes.... Poco más interesante aprendí de él, y seguro que puede ser esa anhelada máquina, pero ahora que estoy yo también en su posición (como formador y como trader) no me canso nunca de decir que si no se sabe, y no se quiere aprender, si no se tiene la disciplina, el plan, el sistema, el tiempo y la fuerza de voluntad necesarias... también puede ser una máquina de perder dinero... El mercado te lo puede dar todo... pero también te lo puede quitar todo si no presentas frente a él con las suficientes dosis de conocimiento, humildad, realismo, dedicación, constancia, paciencia...
Pero lo que también es cierto es que, basándose en dicho sistema de probabilidades, lo que uno debe hacer es no dejar pasar dichas oportunidades o entradas que se nos cruzan delante de nuestros ojos, y si vemos razones justificadas para ello, con cabeza y con lógica, hay que postergar el miedo y las excusas y decidir comprar, vender... o estar en liquidez, pero no lamentarse por hacerlo o por no hacerlo, sino actuar decida y firmemente.
Si un delantero no remata a portería los balones que pasan frente a él, difícilmente marcará los goles que le lleven hacia la victoria.
Si un cazador no dispara frente a las presas que pasean delante de él, ya podrá estar horas agazapado, que se volverá de vacío.
Si un tráder no es capaz de tomar todas las operaciones (no solamente las que caprichosamente decida, sino las que se ajusten a su sistema) que debe ejecutar, la meta final será más y más lejana, ya que por no aprovechar esas claras ocasiones, puede verse tan desprotegido que un día, por no decidirse entre enfocarse o no, atreverse a actuar o no... el aciago viento de los stops le barran de la vida... y del tráding.
Y entonces ya no habrá tiempo para lamentaciones... ahora, este mismo instante sigue siendo el segundo mejor momento (después de ayer) en el que puedes atreverte a empezar algo...