A menudo, en la vida y en el trading, tendemos a echar la culpa a las cosas y acontecimientos dichosos que nos ocurren, a las desgracias, a las operaciones que cerramos con ganancias y a las que resultan perdedoras,a la buena o a la mala suerte.
Tendemos a categorizar rápidamente los acontecimientos que nos suceden y las operaciones que realizamos, y con excesiva facilidad nos atrevemos a decir que, si han tenido un resultado satisfactorio o beneficioso para nosotros hemos tenido buena suerte y por contra, si algo nos ha salido en contra de lo esperado, la mala suerte se ha cebado con nosotros...
Ocurre también que, al encontrarnos con cualquier pequeño contratiempo, al saltarnos cualquier obligado stop, por mínimo que suceda, en lugar de permitirnos ver todo lo que nos puede aún deparar la siguiente oportunidad vital, la siguiente entrada, nos regodeamos en el absurdo sufrimiento de repetirnos la mala suerte que hemos tenido, y no nos atrevemos a entender que, igual, ese pequeño accidente, esa pequeña pérdida, lo que en realidad nos está haciendo es salvarnos de una tragedia mucho mayor, nos va a proteger de una minusvalía muchísimo más cuantiosa.
Lo mejor es aprender de cada cosa
Puede que las cosas sucedan por algo, puede que el experimentar un pequeño dolor sea bueno porque nos ponga en precaución para prevenirnos de males mayores, puede que por habernos saltado nuestro stop, pese a que nos duela, y nos haya hecho rebajar unos cuantos euros de nuestra cuenta, lo que en realidad esté haciendo sea salvarnos de una ruina total, si nuestro ego hubiera sido el que hubiera ido manejando nuestra operativa, y no la objetivad y la profesionalidad...A veces, lo que parece malo, lo que nos molesta porque pensamos que es un grave contratiempo, una pérdida presuntamente clara y una molestia, puede acabar repercutiendo en nuestro propio beneficio y en nuestra propia plusvalía, quién sabe? Lo mejor es aprender de cada cosa, esperar el devenir de lo que nos siga aconteciendo, el resultado de nuestra siguiente operación, pero siempre con la suficiente sangre fría como para no magnificar a la diosa suerte, y pensar que siempre va a estar a nuestro favor o a nuestra contra.Si se decide a acompañarnos, que nos encuentre trabajando y cumpliendo nuestro plan de tráding a rajatabla. Si metemos una operación en nuestro bróker y estamos ya dentro de ella , y la anhelada y a menudo esquiva suerte sopla con fuerza a nuestro favor, dejemos que su brisa nos acaricie, beneficiémonos de ello, pero sabiendo que nos ha ocurrido eso porque estábamos operando conforme a lo planeado, que hemos sido fieles a nuestro sistema, y meros ejecutores de lo que visionamos en las pantallas.
Si por contra, aún habiendo realizado una entrada que cumplía con todos los parámetros nuestros para ser ejecutada, aparece la mala suerte disfrazada de una supuesta transcendente noticia que viene acompañada de una fea vela para nuestros intereses, que el escudo del stop nos proteja del ácido golpe de la mala suerte, de tal modo que nos hiera pero no nos mate...
Sé de gente que ha gozado de un sonoro e inmerecido pelotazo por pura casualidad, por pura fortuna y sin haber entrado al mercado con criterio alguno, y sentado a operar en los días siguientes con la dañina euforia, ha triplicado sus posiciones y ha visto cómo barrían literal y dolorosamente su cuenta...Buena suerte?
A otros, en cambio, al ver cómo el mercado se daba la vuelta de golpe y convertía sus incipientes ganancias repentinamente en pérdidas, saltando el stop por un certero golpe de mala suerte, cuando todo apuntaba a su favor y cuando había sido uno obediente consigo mismo y con su sistema, igual le supone el librarse de una sonora y sangrante minusvalía, ya que de no haberse salido a tiempo, hubiera incrementado infinitamente sus pérdidas, y eso le hace volverse más sabio y precavido...Mala suerte?
Mejor avanzar sin grandes pelotazos
Mejor intentar avanzar y crecer poco a poco, sin grandes pelotazos efímeros ni golpes efímeros de buena o mala suerte. El camino, y la consistencia, se consiguen siendo fieles, obedientes, confiando en nosotros y en nuestro sistema y no en la traicionera suerte...
Y para claro ejemplo, recuerdo aquí una vieja historia que tanto nos puede valer, para la vida y para el tráding...
Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:
Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido.
El hombre lo miró y le dijo:
¿Buena suerte o mala suerte? Quién sabe?Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido.
El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo
-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!
Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:
¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.
El hombre, otra vez lo miró y dijo:
Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado.
Nuevamente el vecino corrió diciendo:
¿Buena suerte o mala suerte? ¿Quién sabe?
Como escribo y comento en mi web y en las redes sociales y sobre todo, como trato de aplicarme cada día, creo que la suerte, cuando te llega, tiene que pillarte ocupado,trabajando y operando...delante de los gráficos.
Y hacer y buscar la suerte una hora, la siguiente, otra más...