Hoy me voy a distanciar ostensiblemente de la temática del blog, pero es que me ha llegado hoy una columna escrita por una Señora en el diario La Razón y que apareció tanto en la versión escrita como en la virtual y me he sentido muy ofendido.
Aquí dejo el link. La verdad es que desconozco cuál es el estilo habitual de esta señora, pero me parece que al igual que en el periodismo, también tendría mucho futuro en el club de la comedia, puesto que ha conseguido llenar su espacio cargándolo de tópicos alumbrados desde la ignorancia del tema del que está hablando.
Estoy seguro de que esta señora ha tenido una experiencia desagradable y ha aprovechado su plataforma para resarcirse, evidentemente y con el permiso de Rankia me voy a permitir el aclararle (a quién le interese) la realidad de la profesión de perito, siguiendo el guión que observamos en el artículo.
En primer lugar usted tiene contratada una póliza que le otorga el derecho de que un profesional acreditado e INDEPENDIENTE, por su experiencia o desarrollo académico (incluso ambas) acuda a su domicilio a verificar el origen y cuantificar los daños a que ha dado lugar un determinado siniestro.
Respecto al horario de trabajo y periodos vacacionales que cita, me abstengo de responderle, pero lamento que por culpa de que el “esclavo” (porque yo le pago) fuera a su casa, tuviera que renunciar a suspender multitud de planes y mandaos. De todos modos mucho le cunde el tiempo, porque según explica la visita fue efímera, aunque realmente luego confiesa que lo único que tenía que hacer, era recibir a lo segundo mejor de la vida (la visita de una madre). No creo que a su madre le hubiera molestado la presencia del perito ni al revés.
Le aseguro que es muy de agradecer que cuando uno llega a una vivienda las personas estén bien presentables, la cocina no desprenda el hedor típico de chuletas asadas y la asegurada no le reciba a uno recién salida de la cama o de la ducha, aunque como en todo hay excepciones.
La visita del perito, no es la visita de un amigo o de un vendedor de cursos de inglés, por desgracia es diferente, la llegada ha de ser cordial y amable SI, pero la experiencia demuestra que algo distante también, no he dicho suspicaz, no imagino al perito hablando de política, fútbol o Gran Hermano, ni sacando una lupa como al gran Colombo tampoco (ya me gustaría a mí ser como Colombo con esa voz y esa gabardina), aunque si es cierto que me ha tocado hacer de pseudo-psicologo de urgencia como a Colombo al ver las lagrimas de PERSONAS, que lástima a veces no llevar una psicóloga para que tranquilizara a los afectados.
Le voy a decir María José lo que se debía decir de los peritos en Roma y lo que es mi Axioma de trabajo “Honeste vivere, neminem laedere, suum cuique tribuere.- Vivir honestamente, no dañar al otro, dar a cada uno lo suyo”, gracias a eso no necesito ninguna escolta. ¿Cuál es su Axioma en su trabajo?.
Continuando con la visita del perito, ¿le parece una situación tensa explicar lo que ha ocurrido en su casa?, tendría que ver lo difícil que es explicar en ocasiones que no existe cobertura para su siniestro a personas que necesitarían esa indemnización como pan, pero creo que eso no le interesa demasiado porque como los peritos no tenemos corazón. Por cierto jamás me han hecho reverencias ni me han pedido perdón en ninguna visita.
Respecto a si se paga la reparación o no, sepa que usted tiene una póliza de seguro ante determinados daños y además pone muy clarito en el librito que le entregaron cuando firmó la póliza, lo que se cubre y lo que no, olvídese del tópico de la letra pequeña. Por cierto, puede estar muy tranquila con su seguro, sea de la compañía que sea, tendría que ver lo agradecida que quedan las personas cuando tienen un siniestro de grandes dimensiones y no un “Pequeño desastre doméstico” , estamos hablando de incendios, explosiones.
Si usted, después de leer esto le pega un bolsazo a un compañero, yo volveré a escribir otro artículo porque quizá no me haya explicado bien, ya que la palabra es su profesión y no la mía.
Por último, le invito a que se venga un día a visitar siniestros y vuelva a escribir sobre nuestra profesión, le aseguro que existen columnas más divertidas e informativas que la que ya ha hecho, no obstante no haga planes antes de las 20:00h y así entendería nuestra profesión (no obstante conocerá la provincia de Huesca, merece la pena).
Fíjese Mª José, pese a lo que usted dice en tono irónico de las nobles compañías de seguro las deja a la “altura del betún”, abra su honorable periódico y seguro que encuentra varios anuncios de las diabólicas compañías de seguros, que en el fondo algo le pagan a usted también, pero supongo que los comerciales, editores… de su empresa, habrán tenido mejores experiencias y mejores opiniones.
Estoy seguro que todo el mundo tiene un mal día, y por ello estoy seguro de que a La Periodista María José Navarro si conoce la realidad del perito, no le temblará el pulso en rectificar su columna.