Los políticos europeos volvieron a entrar en escena, y desgraciadamente en el peor momento, como nos tienen acostumbrados. La decisión del miembro alemán Stark de dimitir de su puesto del Banco Central Europeo desató una ola de temor en los mercados. Un día antes comentó Trichet dijo que la decisión había sido unánime, pero no parece así. Stark ha mostrado claramente su oposición a la compra de bonos periféricos por parte del BCE. Esto ayuda a pensar a que la entidad monetaria europea se dedique a ampliar los programas de compra de activos así como una posible rebaja de tipos de interés. Recordar que los alemanes son los principales impulsores de los recortes a las medidas monetarias expansivas ya que su economía se ha estado mostrando crecimientos no vistos desde la caída del muro de Berlín. Además, desde la segunda guerra mundial el mayor enemigo ha sido la inflación.
Los problemas en la eurozona no acaban aquí ya que las dudas sobre si Grecia va a pagar o no se mantienen. Grecia ha anunciado nuevas medidas de ajuste presupuestario para tratar de conseguir dinero y credibilidad. Sin embargo, la moneda del viejo continente continúa cayendo estrepitosamente. En caso que la situación se mantenga así, no sería extraño que se vuelvan a ver los 1.30 dólares por euro en los próximos días.
El default de Grecia no es el mayor problema que tiene la eurozona. El principal problema se sitúa sobre los bancos europeos, ya que Lagarde comentó que podrían necesitar unos 200 mil millones de euro. Según Goldman Sachs en el peor de los casos sería 125 mil millones, y si sólo Grecia, Portugal e Irlanda tendrían que hacer una quita de deuda no llegaría a 70 mil millones de euros. Según Goldman Sachs, esas pérdidas podrían ser absorbidas por los grandes bancos europeos sin problemas.
Es reseñable que el EURJPY ha tocado mínimos desde 2001, lo que podría precipitar que el Banco de Japón actúe sobre su moneda. Es decir, nos mantenemos en una guerra de divisas, donde cada economía buscará depreciar su moneda para salir de la actual crisis.