El pasado 18 de Octubre, periódicos de todo el mundo publicaron la noticia de que Dominique Strauss- Khan (DSK) se había visto envuelto en un lío de faldas. ¿Casualidad o no?
DSK fue designado director del Fondo Monetario Internacional el 28 de Septiembre de 2007, después de perder frente a Segoléne Royal las elecciones del Partido Socialista para presentarse a la presidencia francesa. Anteriormente había sido ministro de Industria desde 1991 hasta 1993, y ministro de Economía desde 1997 hasta 1999 con gobiernos socialistas. La eleccion de Strauss - Khan para suceder a Rodrigo Rato contó con el apoyo de la mayoría de ministros europeos, incluido el de Nicolás Sarkozy.
En un momento de crisis financiera internacional como el que vivimos en la actualidad, el FMI es de vital importancia, sin embargo parece que hay una campaña de desprestigio hacia su director general, y por ende hacia la institución en sí. El pasado 4 de Octubre, Nicolás Sarkozy pedía "una coordinación de los europeos" y la asunción de "responsabilidades por parte de Europa, como los Estados Unidos", a lo que Strauss-Khan respondía la crisis necesita "una respuesta global", y se "necesita reformar el funcionamiento, la arquitectura del sistema financiero mundial", donde "el FMI cumplirá su papel". Aunque el director del FMI dijese defender el plan de su compatriota, parecía reivindicar el protagonismo del fondo. Dos semanas después, el 18 de octubre saltaba la noticia de que Strauss - Khan estaba bajo sospecha de "abuso de poder" al favorecer a una subordinada. Ayer se supo que la comisión que invesitagaba el caso había considerado que no hubo trato de favor. Sin embargo, el daño ya está hecho.
Este lío de faldas es similar al que sufrió Paul Wolfowitz, en verano del año pasado, y que le costó la presidencia del Banco Mundial. Desde entonces, poco se ha oído acerca de la institución.
Tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional se crearon en 1944 con los acuerdos de Bretton Woods y han sido la piedra angular del sistema financiero durante los últimos 64 años; sin embargo, todo parece indicar que en la próxima reunión del G-20, cuando se rediseñe el sistema financiero, estas instituciones perderán sus funciones actuales y es posible que lleguen, incluso, a desaparecer.