Hace casi un año, en Marzo del año pasado, una decisión política básicamente provocó el giro del mercado. Obama les permitió a las entidades financieras contabilizar aquellos activos y pasivos de su cartera "Mark to Market". Aquellos cuyo valor no tenía contrapartida en un mercado marcado en aquellos momentos por falta de confianza y liquidez.
Ahora un año después, Obama no ha podido aguantar más. Antes de su personal propuesta, Goldman Sachs le había provocado con sus resultados. Al mediodía, presentaba unos resultados del último trimestre del año pasado demasiado buenos, al igual que el resto de bancos americanos en los últimos días. Pero cuando se esperaba un beneficio de 5,20 USD, presentaron un beneficio de 8,20 %. Eso llevaba a que en el año 2009 ganaba 6 veces, 6, más que en el año anterior. Resultados excepcionales pero que colmaban el vaso.
Unas horas después, Obama sentenció al estilo "Lo que el viento se llevó" en su discurso: "Nunca más seremos rehenes de un banco demasiado grande para caer". Vamos decía: Señores, os habéis pasado. Un año después de salvar de una quiebra inminente a un gran número de entidades financieras, dándoles facilidades contables, subiendo los impuestos para que los contribuyentes cubran el agujero y emitiendo deuda soberana a raudales para inyectarles liquidez; nada ha cambiado. No han aprendido. Siguen haciendo lo mismo.
A continuación propuso al Congreso una serie de medidas para limitar su actividad de trading, especialmente el "Propietary Trading". Trading que ejecutan las mesas bancarias para su propio beneficio con sus exclusivos programas automáticos. Además de sus posiciones en Hedges Funds. Vamos la fuente de sus principales ingresos de los últimos tiempos.
Todo puede ser distinto a partir de ahora en nuestros queridos mercados financieros ...