A estas alturas supongo que ya todos saben que la Cam ha sido intervenida por el Banco de España, a petición del consejo de administración de la caja, para someterla a un proceso de recapitalización y posterior venta al mejor postor. En realidad lo que se recapitaliza es el banco Cam, que es donde la caja ha transferido todo su negocio bancario. El encargado de llevar a buen término este proceso es el FROB, cuyos administradores se han hecho cargo desde ayer del grupo.
Si ha ocurrido todo esto indudablemente es porque la situación lo requiere y no hay más remedio que hacerlo en beneficio de sus depositantes. Según la nota que publicó el Banco de España el pasado viernes, la primera medida que se ha tomado es inyectar 2.800 millones para recapitalizarlo mediante la suscripción de acciones del banco (no dice cual es el porcentaje del banco que pasa a ser propiedad del Estado) y facilitarle una línea de liquidez de 3.000 millones para que el banco pueda operar con total normalidad a partir de mañana. Añade la nota que los depositantes y los acreedores debemos estar absolutamente tranquilos y así debe ser porque para eso se ha tomado la medida.
En teoría a partir de ahora el banco Cam es el más seguro de España para los depositantes así que no hay porqué retirar el dinero del banco.
No está tan clara la situación de los tenedores de participaciones preferentes y demás emisiones de deuda viva de la caja, ya que si se está recapitalizando el banco es porque se ha perdido, o hay mucho riesgo de que así ocurra, toda o la mayor parte de los fondos propios de la entidad y estos instrumentos son los encargados por orden de prelación de hacer frente a estas perdidas.
Será un motivo más de indignación para los ya indignados, que el Estado recompre todos estos instrumentos de deuda liberando a sus tenedores de posibles pérdidas que si después se materializan tendremos que pagar todos los españoles.
Acaban de presentarnos unos test de estrés en los que las mayores pérdidas para la caja se producen en el supuesto de que el precio del suelo y de las viviendas acumulados en su balance tengan un deterioro del 46,7 % y del 21,9 % respectivamente, cosa que no parece muy descabellada, y en ese supuesto la caja se verá obligada a hacer frente a estas pérdidas con todos los instrumentos de capital existentes en su balance.
Es necesario pues que no se amortice con antelación ninguna emisión de deuda ya que de hacerlo se estaría dando la imagen de que se está queriendo favorecer a estos tenedores de deuda en perjuicio de todos los contribuyentes. Una cosa es proteger los intereses de los depositantes y otra liberar de sus obligaciones a los que previamente las aceptaron a cambio de una remuneración.
Saludos.
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