Tras el estallido de la crisis sub-prime en 2008, empezaron a aflorar una serie de problemas en la economía mundial que de momento y como último episodio se ha transformado en una crisis de deuda que a su vez ha generado una crisis política en algunos países de Europa.
La falta de una política fiscal única y común a todos los países de la zona euro, la inanición del B.C.E. que a diferencia de la Reserva Federal o del Banco de Inglaterra, no acaba de actuar como banco central, emitiendo deuda europea y garantizando la deuda emitida por sus países miembros y tan solo con un programa de recompra de bonos de los países más afectados, con grandes recelos de Alemania (la gran beneficiada), esta causando una crisis de confianza en la moneda común donde los especuladores están haciendo su particular fortuna.
Cuando se puso en circulación el euro a principios de 2002, el cambio euro-dólar era de 0,8838 dólares por un euro. A finales de 2010 se cambiaba a 1,3385. Una revalorización del 51,45 %. Evidentemente estamos hablando de una cantidad de dinero al cambio de proporciones inimaginables. Lo que nos lleva a deducir que más que una crisis del euro, es una crisis del dólar, que ha visto depreciarse su valor respecto de la divisa europea durante estos últimos años de forma brutal. A finales de 2010, la deuda pública de EE.UU. era el equivalente a 10.131.956 millones de euros, frente a 7.843.638 millones de euros de la U.E.M. (Unión Económica y Monetaria) o lo que es lo mismo, una deuda por habitante de 32.817 € frente a 23.619 € de la U.E.M.
En cambio, la prima de riesgo de EE.UU. es de tan solo 4 puntos básicos, frente a la de Francia con 150 pp.bb., la de Italia con 468 , España con 441, Portugal con 934 o Grecia con 2.623. Con el morbo añadido de haber sido estos dos últimos países rescatados por el fondo europeo y el F.M.I.
En consecuencia sólo podemos concluir que detrás de estos movimientos se encuentran intereses de difícil explicación, cuyo desenlace es un verdadero misterio hoy por hoy.
¿Será capaz Mariano Rajoy de poner final a este capítulo, que dentro de unos años se estudiará en universidades y escuelas de negocio, donde nuestro actual presidente, parece ser, no ha sabido y además ha sido el culpable de todo?