Un conocido empresario de hoy fue nombrado, allá por los años 60, Director General de Empleo. El entonces Jefe del Estado, Francisco Franco, tenía por costumbre conocer personalmente a los cargos nombrados por decreto. El recién nombrado director general, había preparado con especial cuidado el encuentro. Expresó sus opiniones, en términos muy generales, sobre las perspectivas de la economía, el Plan de Desarrollo, la recuperación de los emigrantes… y aventuró pronunciarse sobre un tema delicado: el de la necesidad de flexibilizar los criterios de despido en las empresas en crisis. Franco, atendió los argumentos a favor de una política de esta índole para preservar la vida de las empresas en dificultades, pero expresó con claridad que: “el Estado no puede permitir que se desvanezca la política de Pleno Empleo y que es obligación del Estado asumir la responsabilidad del empleo”. El hoy empresario, quedó impactado por la preocupación y sentido social del general Franco.
Los sindicatos, instalados hace muchos años en la comodidad de la burocracia y la subvención, han decidido convocar una huelga, después del verano que ya se acaba, para protestar por una ley que no supieron consensuar.