
Twitter, se ha convertido en un centro mundial de intercambio de información y opinión. No tiene fronteras ni censuras. Las opiniones e informaciones fluyen por su red, de forma abundante y en tiempo real. Muchos políticos, artistas, deportistas, cantantes, periodistas, etc. han creado su perfil, para no perder la oportunidad de estar en contacto con el mayor número de personas posibles.
Ello, ha propiciado la aparición de “el mal”, tan presente en nuestras vidas. El hacer daño, limitar el intercambio de información y opinión,
censurar esta y evitar que la sociedad siga mejorando con el aprovechamiento de las redes sociales, en la búsqueda de un mundo mejor, parece ser su objetivo.

El método empleado, al parecer, suele ser el envío de mensajes directos (DM) con un “link” o enlace. Para ello utilizan programas que se aprovechan de la falta de seguridad en “La Red”.
Una de las formas de evitar esto, es configurar la cuenta en modo https, algo que se puede realizar editando el perfil, yendo a la opción cuenta y estableciendo el modo de transmisión segura. También es recomendable no utilizar redes wi-fi de carácter público, no pinchar enlaces de person@s no conocidas y aún así cuidado con las conocidas, tener un programa de seguridad en Internet actualizado y de garantía -mcAffe u otro similar-, bloquear cualquier “follower” que nos parezca sospechos@, estar al día de la información al respecto –fácil con las búsquedas de Google u otro buscador similar- y ya por último antes de seguir a alguien, estudiar bien su perfil: qué tuitea, que sigue, quien le sigue, etc.
Una de las formas de evitar esto, es configurar la cuenta en modo https, algo que se puede realizar editando el perfil, yendo a la opción cuenta y estableciendo el modo de transmisión segura. También es recomendable no utilizar redes wi-fi de carácter público, no pinchar enlaces de person@s no conocidas y aún así cuidado con las conocidas, tener un programa de seguridad en Internet actualizado y de garantía -mcAffe u otro similar-, bloquear cualquier “follower” que nos parezca sospechos@, estar al día de la información al respecto –fácil con las búsquedas de Google u otro buscador similar- y ya por último antes de seguir a alguien, estudiar bien su perfil: qué tuitea, que sigue, quien le sigue, etc.
Bueno, espero que con esta experiencia relatada, sirva para ayudar a otr@s tuiter@s a no perder sus cuentas por la acción de esos “hackers” maliciosos.
Un cordial saludo a tod@s.