Hola Corsario:
¿Os acordais cuando un "desperdicio", un "despojo de humanidad", "un rebotado ya de varios lugares", que no me conocía absolutamente de nada, insultaba mi longevidad, (otra cosa no podia) y me tildaba de "mala lecha", cuando yo esgrimía mi consigna favorita de "¡CONVENIO JAMÁS; LIQUIDACIÓN YA!"
Lo ponía enfermo... Ahora, esa para ellos triste realidad y única solución, los tiene descompuestos, y ya preparan para el final de vacaciones su "especial diccionario" de insultos, improperios, vejaciones, humillaciones, calumnias y disparates miles... Realmente, como dice Isabel María, ya comenzó esta otra campaña (perdida la posibilidad de otro ERE que ERE y mamandurrias de chupósteros) en las que se verán implicados, Tribunales, Jueces, Abogados, políticos y todos los que ya estamos plenamente convencidos de la actividad estafadora de AFINSA (que nos daba céntimos por euros), y de la insolvencia punible de la misma para pagar sus deudas.
¿Os habeis fijado en que cuando el Sr REYES saca a relucir al "despojo" el informe triturador y demoledor del Sr. Fiscal especial (del que todos tenemos en el disco duro su impecable texto) el susodicho mira para otro lado sin posible capacidad de réplica?
Pues bien. Ya definen el posible resultado adverso de "la adhesión" como "UNA CANALLADA", ampliando otro sujeto, enganchado como animal de tiro al carro de la vergüenza, que "YA PAGAREMOS UN DIA, LOS QUE NO QUISIMOS CONVENIO, LA VILLANIA DE NO HABER SECUNDADO EL PORTENTOSO SEGEUNDO EXPOLIO"...
Y yo me pregunto: ¿de quién nos vendrá esa otra "gripe A"? ¿Será de la justicia divina?... ¿Será del incombustible Sr. Cano y sus gregarios?
Mira que si "encima de cornudos, apaleados"... ¡Tendría miga la cosa!
Saludos cordialísimos a "los liquidadores", y nuestro más sentido pésame, un poco anticipado, a nuestros "luchadores hermanos convencionales"...No tendremos oro (incienso y mirra), minas de uranio, metales preciosos, negocios inmobiliarios, y todo ese chorreo de bienes tangibles; pero algunas migajas si recibiremos. Y, sobre todo, la justicia, en su encomiable labor de rectitud, nos liberará de la necesidad de tener que seguir soportando las caras de aquéllos que nos dejaron en cruz y en cuadro.