En primer lugar, Goyobelix, agradecerte la constancia y el tesón con que has mantenido abierto y vivo este hilo. Todos los que hemos sido víctimas de esta monumental estafa y alguna vez nos hemos asomado e incluso participado en el mismo tenemos una gran deuda contigo, y reconocerlo es de elemental justicia.
Expuesto lo que antecede, añado que no comparto tu actual aparente pesimismo (aparente, porque no me acabo de creer que un luchador como tú has demostrado ser, se arrugue tan fácilmente, dicho con todo el cariño y el respeto que me mereces y que tan justamente te has ganado).
En primer lugar, y al menos por ahora, me afirmo en la postura de no aceptar imposiciones de quien me ha engañado vilmente como ya expuse hace bastante tiempo. Por dignidad, por supuesto, y porque no quiero dejarme engañar por quién ya lo ha hecho una vez. Pero no solo por eso, sino también, en la línea expuesta por "theveritas" aquí arriba, porque creo que tampoco lo tienen tan fácil nuestros estafadores. Como muy bien dice "theveritas" y yo suscribo, tenemos un contrato con BANCAJA, o CAJA MADRID, o quién los haya sustituído, y no es tan fácil saltarse las condiciones establecidas de mutuo acuerdo en un contrato cuando una de las partes no quiere que se modifiquen. ¿Que el FROB, o la madre que lo parió, nos va a imponer unas condiciones que no queremos, saltándose toda la regulación contractual que es uno contenidos básicos de nuestro Derecho Civil? Eso tengo que verlo yo "con estos mis ojos que se han de comer los gusanos", como se dice coloquialmente.
Y si no se nos impone lo que no queremos porque no se puede, y nosotros no aceptamos voluntariamente cambios en nuestro contrato, que han de ser aceptados voluntariamente, insisto, nos quedamos como estamos. Y si algún día BANKIA vuelve a los beneficios como hoy ha dicho su actual dirigente de nombre impronunciable, los que tenemos subordinadas y preferentes cobraremos antes que los accionistas.
Antes de terminar, dos matices.
Uno: Esta es mi opinión, es decir, lo que yo pienso hacer por las razones que he expuesto. Con todo mi respeto para quien piense y haga otra cosa, cualesquiera que sean sus razones. Más todavía. No descarto ni me comprometo a que yo mismo cambie de pensar y actúe de forma distinta en cualquier momento.
Dos: Lo que tenemos mi mujer y yo son subordinadas, no preferentes. La problemática es parecida, pero no exactamente la misma. Las nuestras, al menos, tienen vencimiento. Alejado, pero lo tienen.
Saludos cordiales.