Acceder

Dentro de un par de horas se va a celebrar en Colmenar Viejo una de las subastas más injustas de las que he tenido noticia. Yo no voy a participar porque ya he empatizado con la propietaria y su triste situación y no me apetece nada echarla de casa  a sus sesenta y tantos años.

Hay muchos tipos de morosos y no tengo por qué simpatizar con ninguno, pues ellos tienen su vida y yo la mía y cada uno escribimos libremente el guión de la nuestra: está el pobre iluso que se hipoteca más de la cuenta, o el que simplemente tiene mala suerte en la vida, el borrachín que se lo bebe todo, el drogata, el jugador que se lo gasta todo en el casino, el que lo pierde todo en los negocios o, sencillamente, el moroso empedernido que nunca ha pagado nada a nadie y al que finalmente le han pillado.

Pero la que hoy va a perder su casa no es ninguno de ellos. Esta es su historia:

Trinidad no es una morosa porque hace años que tiene su casa pagada y no tiene ni un solo embargo.  El moroso es su hijo, quien es una mezcla entre los ilusos que se hipotecan más de la cuenta y los que tienen mala suerte en los negocios y un día  -mal rayo le parta-  se le ocurrió la idea de pedir a su madre que le avalara para no se qué de sus negocios.

Ya sabemos que las madres siempre dicen sí y Trinidad no fue la excepción. Su única condición fue limitar el aval hasta 16.000 euros, que era la cantidad que consideró que podría pedir prestada si llegara el momento.

Vale el martes quedamos en el banco y firmas el aval

Eso le dijeron, pero se olvidaron de añadir que iba a ser un aval hipotecario o, lo que es lo mismo, una hipoteca. Cuando llegó, firmó donde le dijeron y se fue del banco si pensar ni por un momento que acababa de hipotecar su casa. El importe completo de la deuda hipotecaria es de 200.000 euros, de los que solo 16.000 afectan a su vivienda. El resto de la deuda afecta a una de las dos viviendas del hijo, que tiene alquilada, mientras vive en otra, también hipotecada por un importe muy superior a su actual valor.

Cuando le llegó en marzo del 2009 la notificación de la demanda se asustó mucho y se enfadó y lloró, pero entre el hijo y  su abogado la convencieron de que no pasaba nada, que todo estaba controlado y que antes de dejarla a ella sin vivienda el banco subastaría las dos casas del hijo, aunque en realidad solo una de ellas (la alquilada) estaba afectada por la hipoteca.

De manera que cuando el pasado agosto le llegó la notificación de subasta con el edicto incluido, Trinidad no hizo mucho caso y se lo dio todo a su hijo para que éste se encargara. Angelito.

Y en estas, el viernes pasado, tras estudiar minuciosamente el expediente, me presento en el piso y le suelto de sopetón que la vivienda  se subasta hoy martes y que si la quiere vender yo estoy dispuesto a comprársela. Casi la mato del susto. Se puso a gritar, a llorar, a negarlo. Decía que era imposible, que cómo la iban a dejar a ella sin casa teniendo su hijo dos pisos en el pueblo y viviendo en un dúplex de dos plantas. No daba crédito. Hay que decir que por pisos similares están pidiendo entre doscientos y trescientos mil euros y que el piso al menos vale ciento ochenta mil euros.

¿Cómo me van a quitar un piso de trescientos mil por una deuda de solo dieciséis mil? Es imposible, estás equivocado

La ayudé a llamar al abogado del hijo, a ella la temblaban las manos y no podía marcar el teléfono, y el tío cachondo dijo tranquilamente que sí, que era cierto, que él ya sabía hace unos meses que la subasta era inevitable y que hablara con el hijo. Fue la peor media hora de mi vida. Llantos y gritos, y el marido, devorado por el alzheimer, sentado al lado sin enterarse de nada.

Como pude le expliqué que la única solución factible sería ir ayer lunes a hablar con el juez y explicarle que, a pesar de las apariencias  (notificaciones y esas cosas), hasta hacía dos días no pensaba que realmente su casa se fuera a subastar y que, dado que la deuda de su piso era ínfima, conseguir un crédito de 20.000 euros no sería difícil, que por favor retrasara la subasta de su lote, que hoy subastaran solo el piso alquilado del hijo y que así ella tendría tiempo para conseguir un préstamo  para pagar la parte de responsabilidad hipotecaria que correspondiera solo a su piso.

Naturalmente los jueces, que a veces suspenden las subastas por chorradas, en casos de justicia como este se suelen mostrar impermeables a toda piedad o comprensión. Y este caso no ha sido una excepción. El juez ha dicho que él actúa solo a instancia de parte y que si el banco no pide la suspensión de la subasta él no puede hacer nada. Vaya por Dios.

Desde el juzgado contactaron con el banco, pero los representantes legales de éste dijeron que o se pagaban las cuotas atrasadas de ambas hipotecas o la subasta seguiría adelante. Ni siquiera les bastaba con la parte correspondiente al piso de Trinidad no, tenía que ser lo de ambos pisos o nada. Casi treinta mil euros en menos de 24 horas.

Todo esto me lo contaron ayer por la noche, en un último intento de que alguien les adelantara el préstamo para impedir la subasta. ¿Ahora el gilipollas soy yo? Lo siento mucho pero no, les dije, lo mío son las subastas, no los préstamos. Imagino cómo acabará la cosa, al final entre unos y otros a esta señora le van a dejar sin casa.

Antes de que los malpensados digan en los comentarios que Trinidad tenía que saber lo que firmaba y que el notario debió advertirle, pensemos que ella tiene más de sesenta años y que, por decirlo de alguna manera, no tiene la formación que hoy en día recibimos todos. No creo que sea tan difícil imaginar a varias personas de nuestro entorno que den ese perfil.

Lo alucinante es que en este asqueroso estado "sobreprotector", donde apenas podemos vivir como hombres libres, donde todo lo que no está prohibido es obligatorio, donde quien no quiere trabajar puede vivir del cuento a costa del resto y donde el "estado de bienestar" se ha convertido en una pesada carga que está a punto de cargarse a la economía productiva, resulta que es sencillísimo atracar a una honrada señora de sesenta años y quitarle nada menos que su casa. Y todo ello sin pistolas, simplemente con un par de leguleyos. Por un lado sobreprotegemos y por otro permitimos que puedan llevarse a cabo tales atracos. Aunque claro, tampoco hay que olvidar el papel jugado por el hijo, ese gran majadero.

Que sí, que ya se que siempre han ocurrido cosas así y que dónde está la novedad. Pues está en que ahora tengo un blog y puedo contarlo.

57
¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
  1. en respuesta a Knownuthing
    -
    Top 10
    #40
    06/10/10 20:22

    Sería limitando el alcance de los pactos de renúncia a los beneficios de orden, división y excusión, fácil, pero para ello falta la correspondiente voluntad política.

  2. Top 100
    #39
    06/10/10 20:00

    Yo lo que no entiendo es que el banco pueda actuar contra quien le de la gana de entre todas las personas y bienes que garantizan un crédito. Debería establecerse un orden de prelación acordado y por escrito, y así la gente sabría a qué atenerse. El 99% de la gente supone que el banco va a ir primero contra el avalado y podrá hacerse un cortafuegos, y luego el banco muchas veces va primero a por el avalista.

    Con algo tan simple se evitarían muchos problemas.

  3. #38
    06/10/10 19:54

    Suelo dudar, pero esto es tan triste e injusto que debe ser verdad. Pero más haya de leyes y moralidad humana, el problema es de nuestra justicia, que sencillamente no es tal y ningún gobierno parece interesado en resolverlo "por lo que pueda pasar".

    Tal vez tengas pegas, pero sugiero que des el nombre del juez y sobretodo del banco. Todo queda y tal vez a alguien en algún momento le sirva de referencia.

  4. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    Top 10
    #37
    06/10/10 14:42

    ¿Porque lo permitieron? mi opinión es "simple avaricia" me monto en el carro de la "orgía" y no creo que fuese por que no se ganen la vida, que me parece que si lo hacen y muy bien.

  5. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    #36
    06/10/10 13:59

    No interesa. Les somos mucho mas rentables si somos unos ignorantes en estos temas. Conozco gente que lleva años pagando una hipoteca y no sabe que es el euribor. Nos pasamos 8h al dia o mas trabajando por un sueldo y el 90% de la gente no dedica ni 5 minutos al mes para gestionarlo.

  6. en respuesta a W. Petersen
    -
    Top 100
    #35
    06/10/10 13:54

    Notarios como ese hay muy pocos pero todos deberían ser así, ¿Acaso no son fedatarios públicos? ¿Por qué permiten que en su presencia se cometan delitos como el fraude de casi todas las ventas de VPO con la mayor parte del precio pagado en negro o el de los préstamos con letras hipotecarias en las que se firma más dinero del realmente prestado?

    Lo que pasa es que la relajación moral no afecta solo a nuestros políticos, es general, ha impregnado a toda la sociedad. Y no es cosa de ahora, Quevedo ya echaba pestes hace casi cuatrocientos años.

  7. en respuesta a Bambu
    -
    Top 100
    #34
    06/10/10 13:49

    Exacto, debería haber una asignatura que enseñara en qué consiste un crédito, diferencia entre crñeditos personales y crñeditos hipotecarios, para qué sirven los Registros de la Propiedad, cómo interpretar una nota simple, qué es un aval y para qué sirve, qué peligros tiene, diez o veinte leyes importantes que hay que conocer, qué pasa si no pagas la comuinidad de propietarios, qué es el ibi y el valor catastral, en fin esas pequeñas cosas que parecentan simples pero de las que solo sabemos tres o cuatro.

  8. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    #33
    06/10/10 13:15

    Sí, llevas razón. Creo que esa mujer no sabía las diferencias entre los tipos de avales. Y encima, los que deberían de haberla advertido, el hijo y el abogado, no lo hicieron.

    Pero lo que quería remarcar en mis comentarios es que el timo ha sido generalizado. ¿Por qué debemos apenarnos del caso de esa mujer y no de tantos otros que ocurren todos los días con personas de todas la edades? Porque, entre tú y yo, piensa en cuántos jóvenes NO conocerían la diferencia entre los tipos de avales que has expuesto ;-)

    Vivimos en un mundo que tiene unas reglas. Y esas reglas afectan a todo el mundo. Así que, simplemente por vivir, tienes que jugar a ese juego aunque no quieras. Algunos nos preocupamos de aprender las reglas para no acabar perdiendo hasta la camisa a las primeras de cambio. Si, desde los gobiernos quieren que seamos un país cívico y civilizado, deberían insistir un poco en que aprendamos las reglas. Pero claro, que la gente tenga 2 dedos de frente y conocimiento no es rentable para los que quieren aprovecharse de los ignorantes.

    Lo vemos todos los días. ¿Por qué cualquier chaval sale del instituto sabiendo cosas muy técnicas (ejemplo: naturaleza y matemáticas), pero no tiene ni idea de lo que es una nómina y los conceptos que la componen? En su vida, seguramente no vuelva a utilizar la mayoria de cosas técnicas que ha empollado. Pero es muy probable que esa misma persona acabe teniendo una nómina, o tenga que firmar una hipoteca. Y en esos temas nadie le ha instruido. ¿Por qué? Está claro: si no sabe calcular un finiquito o no sabe lo que es el euribor, es más fácil escamotearle la pasta.

    Si yo juego muy bien al tenis, y tú nunca has cogido una raqueta, y te obligo a jugar un partido apostando pasta contra mí, está claro que, si quiero, te ganaré los 3 sets por 6-0.

  9. #32
    06/10/10 13:13

    Pues yo he lidiado con todos: padres que por sus hijos han avalado y avalarían siempre (con su casa o con sus nóminas), padres que de ninguna manera. Hijos que han avalado a sus padres (con su casa o con sus nóminas) e hijos que, tararí que te vi.
    Como norma, absolutamente explicados todos los tormentos de no atender las cuotas.
    Y, de esa explicación, unos continuaban, en la creencia que todo iba a salir bien y, otros, que mejor no tentar al diablo.
    También, amigos (compañeros de trabajo) que han avalado económicamente (nóminas) para compra de vivienda (35 años).
    Y, como dicen las esquelas, padres, hermanos, tíos, primos, sobrinos, abuelos y nietos.

    Que luego se quedan sin casa si no pagan, pues claro. Esas son las reglas del juego.
    Las únicas ONGs que los bancos soportan son a sus sindicados.

    Yo no diría que lo de esta señora es una injusticia. Es una "HIJOPUTADA".
    Todos a su alrededor son cómplices, por acción u omisión.

    En cuanto a que acude al juzgado y no le hacen ni caso, pues es complicado que se lo hagan. Son decisiones que han de tomar los que imparten "Justicia" y, salvo que acudan con alguna recomendación, o de la mano de abogado y procurador, no es normal que sirva para algo.

    Sobre los notarios, será que yo he topado con los "puntillosos", porque siempre se han detenido a exponer las escrituras e incidir en los puntos importantes y preguntar si se entendía lo que se estaba firmando, pero, bueno, de todo tiene que haber.
    Saludos,
    Taichi (Subastero en Gran Canaria)

  10. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    Top 10
    #31
    06/10/10 13:12

    Y un detalle que creo importante, en la "orgía" de préstamos de los últimos años, el notario que se configuraba como fedatario público, que en realidad es su labor, explicando bien las cosas, deteniéndose en la lectura de la parte sustancial y relevante a efectos legales o económicos, a los apoderados del banco (a algunos) les sentaba mal, y en la próxima escritura a otro notario menos "hablador" y "toca pelotas" con la errónea excusa de que "es lo normal", pues ya vemos ahora las consecuencias de tal "normalidad".

    Yo sé de al menos un par de notarios que en 2005 ó 2006 se negaban a intervenir préstamos personales a precios que ellos consideraban fuera de mercado, no sé al 11 ó 12%.

    Y conozco a un notario que dificilmente firma "hipotecas privadas" porque se pone en plan de "quiero ver todo el dinero, los cheques nominativos, etc., etc. en mi mesa para, y además quiero saber ......" y claro esto en hipotecas de este tipo, que algunas, supongo que no todas, ni mucho menos, donde la transparencia brilla por su ausencia, a dicho despacho no van, pero este notario dice que ante todo es un convencido de la fe pública, y de la ética profesional, y no colaborará en tema que tenga la más mínima duda, por mas que el redactado sea perfecto.

  11. en respuesta a Draco
    -
    Top 100
    #30
    06/10/10 12:59

    jejeje, es que los padres somos así. Pero seguro que tu padre sabía perfectamente lo que hacía.

  12. en respuesta a Bambu
    -
    Top 100
    #29
    06/10/10 12:50

    A ver, tienes razón en que tener estudios no es garantía de claridad mental. Pero si la señora tiene sesenta y tantos años quiere decir que nació en la década de los cuarenta. Sin apenas estudios y tras una vida dedicándose a su hogar, ¿Tú crees de verdad que está para distinguir entre un aval y una aval hipotecario y las diferencias cuantitativas y cualitativas de uno y otro?

    Mucha gente de su generación y también sin estudios, pero que se hayan dedicado a los negocios, estarán mejor preparados, pero ella no. De hecho, pongo la mano en el fuego de que esta señora no tenía ni idea de lo que había firmado y no sabía (hasta que se lo dije yo) que lo que se subastaba era su propia casa. Estaba convencida de que la subasta era de la casa de su hijo, que era el moroso.

  13. #28
    06/10/10 12:28

    A mi padre toda la vida le oí decir jamás avales nunca a nadie, bajo ningún concepto. Y lo que son las cosas al final el que acabó avalándome fue el a mí

  14. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    #27
    06/10/10 12:09

    Para mí, los notarios no están haciendo su trabajo, porque no están dando fé de que el firmante comprende lo que está firmando. Pero no sólo en el caso de personas mayores, sino en todos. Una típica pareja española de veinteañeros y su padres cuarentones, avalistas, también sufren las consecuencias de no saber lo que firman. Aquí medio país ha colaborado en el timo por acción u omisión, y hay gente de todas las edades muy jodida, no sólo las personas mayores.

    Un apunte que quiero hacerte. Una persona con 60 años, por regla general, está en plenas facultades mentales. Yo no asumiría por defecto que un tío con 60 tacos tenga las carencias mentales de una "persona mayor".

    ¿Y de qué le serviría a mi suegra tener el bachiller o tener estudios? La experiencia en esta vida demuestra que tener estudios no te salva de ser timado. Lo que es necesario en esta vida es tener criterio, utilizar la cabeza para pensar. Anda que no ha habido jóvenes que han estudiado carreras para, una vez terminadas, darse cuenta de que no cobran mucho más de 1.000€. Y sin embargo, algunos que nunca valieron para estudiar, se metieron a seguratas o a cualquier cosa y se compraron un piso en el año 2.000. Esos, sin estudios ningunos, tienen hoy el piso casi pagado, mientras que el universitario no cobra mucho más y se ve obligado a pagar los 300.000€ del piso. ¿A quién de los 2 han timado?

  15. en respuesta a Bambu
    -
    Top 100
    #26
    06/10/10 11:41

    Una cosa es avalar a un hijo y que si éste no paga el banco tenga que demandar a ambos en un procedimiento ordinario (3 años), tras cuya sentencia el banco pueda embargar y sacar a subasta los bienes del avalista (otro par de añitos) y otra cosa es que en vez de firmar un aval te pongan delante una escritura de hipoteca y un año después estes sin casa.
    Si tu suegra tuviera 60 años y no tuviera ni el bachiller ni apenas ningún estudio, ¿estás seguro de que sabría distinguir entre un aval y un aval hipotecario? ¿sabría distinguir entre un corredor de comercio y un notario?
    Ella quizá sí, pero hay muchísimas otras que no.
    Y por último ¿Tú crees que todos los notarios se esfuerzan lo mismo en que las personas mayores alcancen a comprender con absoluta claridad el fondo de lo que están firmando? A mí me consta que no es así.

  16. en respuesta a W. Petersen
    -
    #25
    06/10/10 11:18

    El tema es muy largo como para explicarlo en unas líneas. Pero intentaremos resumirlo.

    Una madre avala un préstamo de un hijo, como muchas han hecho en este santo país. El hijo no paga y la madre debe responder por el préstamo. La madre no ha pagado, por lo tanto el acreedor se cobrará la deuda subastando la propiedad de la madre. ¿Qué problema hay?

    Vivir en sociedad es lo que tiene. Si la mayor parte de una sociedad realiza determinados actos, la minoría que no los quiere hacer, acaba siendo perjudicada. Voy a poner un ejemplo muy sencillo y muy reciente. Cualquier constructor reconoce que (excluyendo el coste del suelo), podría vender pisos de 90 metros cuadrados por 80.000€ y le estaría sacando beneficio. ¿Por qué ha sido habitual en este país pagar 300.000€ o más por un piso? Porque la mayoría de la gente LO PAGABA, aunque hubiera que hipotecarse a 35 años o pedir avales de los padres. ¿Y qué ocurría con el joven que no quería participar en esa burbuja? Pues que ajo y agua. O pagaba los 300.000€, o no tenía piso, aun sabiendo que ese piso no valía ni un tercio de eso.

    Claro que el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio. En esta vida muchas lecciones las aprendemos una vez que hemos sufrido las consecuencias de nuestros errores. Ahora, muchos de los que colaboraron en esa orgía de crédito sin sentido, sufren las consecuencias. Si en su día hubieran dedicado unas cuantas horas a saber qué coño era un aval, ni ellos lo estarían pasando tan mal, ni los jóvenes a los que indirectamente les han subido los precios de todo se hubieran visto afectados por sus decisiones "socialmente aceptadas". Y me refiero a toda subida de precios (pisos, locales, productos, servicios)

    Celebro que se haga justicia, poco a poco, pero se va haciendo. A ver si no se nos olvida a los españolitos las consecuencias de ser un pueblo analfabetamente financiero, y no nos vuelve a ocurrir esto en el futuro.

  17. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    Top 10
    #24
    05/10/10 21:40

    Como meterse en hipotecas imposibles y para no perder el depòsito correr el riesgo de perder la casa y la casa de los avalistas .... pues me parece que es un punto de visto muy interesante, y no recuerdo que haya mucha "literatura" de esto en rankia ...... espero acontecimientos.-

    Saludos.-

  18. en respuesta a W. Petersen
    -
    Top 100
    #23
    05/10/10 21:37

    Pues no, mi exposición no va a ir por ahí porque ese camino ya lo he trillado hasta la saciedad en el blog. Esta vez va sobre aquellos que cuentan con la hipoteca sin ninguna incertidumbre y se encuentran con que el banco no les considera aptos para el crédito, ¡Menuda sorpresa! Por tonterías así la gente pierde fianzas y cosas peores.

  19. en respuesta a Tristán el subastero
    -
    Top 10
    #22
    05/10/10 21:28

    Pues si y no, me parece que estamos totalmente de acuerdo, porque digo en mi post que si hay que avalar y se considera necesario o adecuado hacerlo, debe ser de manera extremadamente controlada , y conociendo perfectamente la exposición que tomamos y que podamos asumir…… y estoy también contigo a mis hijos y con ciertas condiciones de control y obviamente de importe, y en todo caso no hipoteco mi caso como garantía, aunque es cierto que un aval personal, puede convertirse en un embargo que al final es como una hipoteca si le damos tiempo a que los “leones” se ponga a la ejecución del mismo.

    Espero tu post …….. porque estoy plenamente convencido que darás una tercera vía al tema, la verdad no se nos ocurrió pensarlo, le dimos la vía del tipo del banco o caja y la del tipo que “compra” el préstamo hipotecario, y es cierto falta el matiz, del tipo que nos informa de lo que pasa cuando todo lo previsto se va al garete, que supongo será tu línea, o algo de ello en parte.

  20. en respuesta a W. Petersen
    -
    Top 100
    #21
    05/10/10 21:17

    Leí este post sobre los avales el otro día, cuando leía el de los créditos hipotecarios. No estoy de acuerdo contigo en una cosa: tú planteas que hay que avaler cuando alguien cercano lo necesita y yo soy acérrimo contrario a los avales. He visto tanto dolor derivado de los mismos que solo de pensarlo me salen garras.

    Solo aceptaría avalar a mis propios hijos y solo por cantidades que no supongan si el 10% de mi patrimonio. Y desde luego ni loco hipotecaría mi casa para respaldar mi aval. Ni loco.

    Por cierto, el post sobre los créditos hipotecarios está escrito, pero ha sufrido un pequeño retraso porque la actualidad de éste lo ha desplazado. Como el viernes me voy a Roma voy a publicar uno sobre las subastas en la antigua Roma y el miércoles 13 de octubre se publica automáticamente el de los créditos hipotecarios. Espero que os guste.


Definiciones de interés
Nueva Sección
Ventas Desesperadas