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Japón para 2014

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Japón para 2014
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#129

Re: Japón para 2014

El otro día decía que la cultura empresarial japonesa estaba poco orientada al accionista y que no sabía si el Abenomics cambiaría eso. Bueno, pues parece que sí. El gobierno va a tomar medidas para que las empresas tengan más directivos independientes, lo cual se ha demostrado que es más rentable para los accionistas. Por el lado negativo, el nacionalismo del gobierno puede dificultar sus relaciones con los vecinos:

http://seekingalpha.com/article/2135623-japan-1-step-forward-2-back?ifp=0

#130

Re: Japón para 2014

Cuando la 'Abenomía' tiembla. Después de haber cosechado buenos resultados en 2013, Japón incrementa el IVA y despierta el fantasma de la recesión.

Shinzo Abe, primer ministro de Japón La economía japonesa baila al ritmo de 'María': un pasito pa'lante, y un pasito pa'trás. Así lleva ya dos décadas estancada, coqueteando siempre con el cero. Unas veces por encima, y otras por debajo. Pero nunca muy lejos. Se trata de una coyuntura dramática que tiene graves consecuencias: es el temido 'tsunami' del estancamiento y de la deflación, que ha arrebatado al archipiélago el título de segunda potencia mundial en favor de la pujante China, y que va camino de arrinconar al país del Sol Naciente en el terreno de la irrelevancia global.

El actual primer ministro, Shinzo Abe, se alzó con el poder en diciembre de 2012 porque prometió acabar con la mala racha de Japón y devolver al país el lustre que le convirtió en el milagro económico de la década de 1980. Para lograrlo propuso arriesgar e ir contracorriente. Cuando el año pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI) le pidió que metiera la tijera, asustado porque la deuda pública de Japón superó por primera vez en la historia los 1.000 billones de yenes -casi un 250% de su Producto Interior Bruto (PIB)-, decidió hacer todo lo contrario: anunció un gigantesco plan de estímulo de casi 80.000 millones de euros. El Banco de Japón se le sumó poco después con la promesa de una orgía de liquidez de un billón de euros hasta 2015. Y así nació el modelo económico bautizado como 'Abenomía'.

A pesar de las críticas, el plan de Abe funcionó el año pasado. Los números rojos de 2012 se tiñeron de negro y el país creció un 1,6%, el mejor dato de la década. Es más, la inyección también insufló en la población un muy necesario optimismo. No en vano, el paro cayó por debajo del 4%, la primera vez desde que estalló la crisis estadounidense de 2008, al tiempo que crecieron el consumo interno y las exportaciones -que aportan un 35% del PIB-. Entre las mayores alegrías de 2013 estuvieron también la depreciación del 25% en el valor del yen frente al dólar -un 30% frente al euro-, que se tradujo en un importante aumento de la competitividad de los productos nipones, y el 'boom' del índice bursátil Nikkei 225, que se disparó un 57%.

Pero el optimismo no ha durado mucho. Consciente de que el nivel de endeudamiento -el mayor de la OCDE- no es sostenible, ni siquiera teniendo en cuenta que la mayor parte de los bonos públicos están en manos de los propios ciudadanos japoneses, Abe se ha visto obligado a tomar una medida que parece contradecir su propio modelo y que está en línea con lo que le exige el FMI: el pasado día 1, y 17 años después del último incremento, subió tres puntos el IVA hasta el 8%. El año que viene sumará otros dos puntos más, y sus detractores ya avanzan que los impuestos van a lastrar el consumo interno y, por ende, la incipiente recuperación económica.

Los datos parecen darles la razón. El cuarto trimestre del año pasado, cuando Abe confirmó que aprobaría la medida, Japón creció a menor ritmo. De hecho, el 1% en tasa anualizada que se publicó en un principio tuvo que ser revisado en marzo tres décimas a la baja. Ahora, una encuesta en la que un 60% de los japoneses afirma que gastará menos por culpa de la subida del IVA, hace prever un nuevo quiebro en la línea de crecimiento para poner de nuevo rumbo al cero. ¿Matará el gravamen de las compras los brotes verdes que alumbró la 'Abenomía'? ¿Morirá el sistema en su totalidad?

De momento, el Gobierno asegura que no. Dice que el plan de estímulo compensará la caída del consumo, al tiempo que mantiene la previsión de una expansión del 1,7% para el conjunto de 2014. Además, el Banco de Japón parece compartir ese optimismo. Su gobernador, Haruhiko Kuroda, así lo apuntó el martes. «La economía continuará su tendencia a la recuperación», sentenció antes de remarcar su confianza de una forma muy nipona: haciendo referencia, entre risas, a la corbata azul claro que vistió. Puede parecer una nimiedad, pero incluso el diario 'Wall Street Journal' se fijó en esa prenda y aseguró que su color refleja una previsión positiva.

¿Se equilibrará la balanza?

Pero hay quienes prefieren vestir corbata roja. «Todos sabemos que el consumo va a caer como consecuencia del aumento de los impuestos», señaló el miércoles Kenro Kawano, estratega de Morgan Stanley en Tokio. «La gran pregunta es cuánto, y si el estímulo económico de Abe y la fuerza que ha ganado Japón en 2013 resultarán suficientes para equilibrar la balanza». El nutrido grupo de economistas a los que la firma estadounidense Bloomberg preguntó a finales del año pasado avanzó que la economía crecería de forma importante entre enero y marzo -el dato llegará pronto- por el efecto de compras anticipadas para evitar el nuevo IVA, aunque se contraería hasta un 4,5% en el segundo trimestre antes de regresar a los números positivos en el tercer cuarto del año.

Toshihiro Tsujita, analista de la agencia de publicidad Hakuhodo, también prevé esta montaña rusa, y recuerda que algo similar sucedió en 1997, la última vez que se incrementó este impuesto. Claro que, en aquella ocasión, Japón volvió a hundirse en la deflación. «Afortunadamente, ahora no tenemos una crisis bancaria como la que afectó ese año al sudeste asiático, razón por la que prevemos una rápida recuperación a partir de julio», sostuvo en declaraciones al diario 'Financial Times'. Si esa previsión se cumple junto a la que avanza una inflación del 1%, la 'Abenomía' habrá superado su mayor prueba de fuego y quienes la consideran como un modelo exportable a otros países camparán a sus anchas. De lo contrario, los días de Abe al frente del Ejecutivo podrían tocar a su fin.

http://www.finanzas.com/noticias/economia/20140414/cuando-abenomia-tiembla-2650036.html#VwZ1IAmPmaFlc6tB

#131

Re: Japón para 2014

Muy bueno bullinvest. Siempre da gusto informarse bien sobre la situación macro de Japón.
Como opinas o opina el articulista al final creo que la situación de subida de impuesto a nivel actual o a nivel del 97 son muy diferentes. Es lógico hasta cierto punto que el gobierno quiera "recuperar" parte de lo que inyecta, creo sinceramente que una vez movida la rueda del comsumo una "subidita" de IVA no debería condicionar tanto, aunque ésto es mucho más difícl de especular.
Volviendo al puro gráfico del Nikkei (que tampoco está intrínsecamente ligado con las noticias macro, ni siquiera hay consenso en esos 6-9 meses de anticipación de la bolsa):
A nivel del diario algunos indicadores están sobrecomprados y ello lleva a probabilidades de bajadas. En el semanal la situación es todavía más preocupante y a nivel mensual corrobora esa tendencia, si además recurrimos al precio, vemos un canal bajista que solo rompería si mañana superase los 14744.
La realidad es que las probabilidades de retrocesos importantes continuan al alza y una nueva caída al entorno de los 13862 sería muy peligrosa.
salud y dinero

#132

Re: Japón para 2014

Gracias kerkiis.

El presupuesto más reciente de Japón compromete un gasto de 92,6 billones de yenes , dividido casi a partes iguales entre 43,1 billones de yenes financiados mediante ingresos tributarios y 42,9 billones por la emisión de nuevos bonos, que se agregan a la masiva deuda pública de Japón, que en agosto de 2013 ya ascendía a la astronómica cantidad de 1.000 billones de yenes. Cuesta hasta decirlo. ¡1.000 billones! 1.000.000.000.000.000. Quince ceros. Ahí es nada.

Debido a que los ingresos fiscales del Estado han ido disminuyendo durante décadas (se encuentran a niveles de 1985), el Gobierno de Abe ha decidido aumentar los impuestos al contribuyente. Nada nuevo que no conozcamos por estos lares.

Pero una verdadera reforma fiscal no se puede realizar solamente mediante una subida de impuestos. Una verdadera reforma fiscal requiere un crecimiento económico significativo, y el crecimiento del PIB proviene de dos (y sólo dos) fuentes: crecimiento real de la población (en edad de trabajar) y el crecimiento de la productividad.

La población con edad de trabajar de Japón está en constante disminución a medida que la ciudadanía envejece rápidamente. Las estadísticas en esta cuestión dan miedo y muestran un punto crítico debido a que el país se enfrenta a un colapso demográfico, y es muy difícil crecer cuando la población se está reduciendo.

Abe ha hecho una gran apuesta por la idea de que la inflación animará a la gente a comprar, y que dejarán de posponer el gasto con la esperanza de que las cosas bajen todavía más de precio. No importa que la mayoría de las personas mayores no piensen de esa manera. O que las personas mayores que en su mayoría no piensan así son, de hecho, la gente con la mayor cantidad de dinero para gastar de Japón. Las perspectivas para estimular el gasto de los consumidores son por lo tanto más limitadas de lo que podrían ser si la demografía de Japón fuera diferente. El programa de Abe es otro caso en el que se gestiona sobre la base de los libros de texto de teoría económica en lugar de lidiar con la realidad pura y dura. La tendencia pinta mal.

Y debido a los problemas demográficos del envejecimiento de Japón, el crecimiento económico va a requerir un crecimiento de productividad incluso mayor de lo que parece posible. ¿De dónde vendrá? El crecimiento real de la productividad no es algo que se pueda producir de repente con políticas gubernamentales y flexibilización cuantitativa. Es de naturaleza gradual. Si quieres un 3% de crecimiento del PIB en un país cuya población se está reduciendo en un 1%, lo que necesitas es un crecimiento de productividad del 4% más menos. Y eso no ocurre de manera sostenida en un país ya desarrollado.

En mi opinión, lo que está por venir es una guerra de divisas. Japón, como hemos visto, necesita crecimiento para salir de su parálisis económica y fiscal. Eso significa que tiene una necesidad desesperada de incrementar las exportaciones, ya que su población de edad avanzada tiene una capacidad limitada para generar un aumento significativo en el gasto del consumidor. Ahora bien, ¿quién va a comprar los productos que Japón espera exportar gracias a un yen más débil? ¿Quién exporta a China más que nadie? Japón, por supuesto, y Japón compite directamente con Corea, Hong Kong y Taiwán en ese negocio. Y estos países no se van a quedar cruzados de brazos viendo como el beneficio de sus empresas menguan frente a las compañías japonesas.

La política japonesa está casi irrevocablemente comprometida a continuar la devaluación del yen durante mucho tiempo a lo que será un ritmo cada vez mayor. El problema es que los japoneses necesitarán que el valor de su moneda caiga un 15-20 por ciento al año, sobre una base ponderada por el comercio con todos sus socios comerciales. Japón comercia con todo el mundo, y lo que importa aquí es el yen ponderado por el comercio. Mientras que el yen ponderado se ha reducido más del 20% con respecto al promedio de las monedas de los principales socios comerciales de Japón, Australia y otros países asiáticos están comenzando a responder a Japón mediante la reducción de los tipos de cambio por otros medios, por lo que la devaluación "fácil" del yen ya ha pasado. El trabajo duro no acaba más que comenzar, ya que otros países se sentirán cada vez más obligados a responder.

El problema hoy en día es que los políticos de todo el mundo quieren utilizar los tipos de cambio como herramienta para manejar su balanza comercial, en lugar de centrarse en la mejora de la competitividad su capacidad de fabricación, sin hacer mención del control de sus propios gastos y los presupuestos fiscales. Según ellos, el problema es la competencia del exterior, y esa competencia siempre se considera injusta. Por lo tanto, la presión sobre los bancos centrales para responder a la QE de Japón va a ser inmensa.

Podemos estar entrando en un periodo de máximo peligro en que los políticos y los banqueros centrales sienten la necesidad de "hacer algo", y ese algo incluirá la flexibilización cuantitativa, las intervenciones en los tipos de cambio y políticas proteccionistas. Pensemos en términos de una guerra de banqueros centrales, armados con máquinas de impresión electrónicas y soñando con nuevas formas, cada vez más creativas, para apuntalar sus mercados.

Y lo peor es que en una guerra de divisas, nadie resulta vencedor.

#133

Re: Japón para 2014

Yo cada vez estoy más pesimista con Japón, si no hay un incentivo importante no creo que esto vaya a subir.

#134

Re: Japón para 2014

Bueno, Abe ya ha conseguido que el enorme fondo de inversión de Pensiones del Gobierno que se encarga de cubrir los pagos de los pensionistas nipones, adopte inversiones más arriesgadas. En estos momentos se estima que el fondo tiene un 60% de su activo en deuda japonesa, un 12% en bolsa japonesa, un 11% en deuda internacional y un 12% en bolsa extranjera

Es evidente como el Gobierno japonés defiende un mayor peso en el fondo de la bolsa japonesa como parte de su tercera flecha del Abenomics. La cuestión es si el aumento del peso en RV nacional será significativo y el plazo en que se producirá.

#135

Re: Japón para 2014

Sigo pensando que el movimiento que pudiera conseguir Abe ya está descontado.
La pasta está saliendo de Japón y como no haya algún catalizador importante.....

#136

Re: Japón para 2014

¿Por qué Japón es la única región donde crecen las previsiones de beneficio?
http://www.fundspeople.com/noticias/136748

Se habla de...
Guía Básica