Espero que nadie se tome a mal algunos de mis comentarios críticos. En general intento ser equilibrado pero hay ciertos temas -y, sobre todo, ciertas actitudes- que me tocan la fibra sensible. Y este espacio no deja de servir al que suscribe para desahogo personal. Algunas veces escribo a mano alzada y se me puede ir la olla. Pero también es verdad, queridos seguidores, que recibo más comentarios en las entradas que menos curro me llevan. Será que cuando voy contracorriente gusto más -o, peor aún, me odiáis más-. Aprovecho para revelaros que no estoy a favor de la ampliación de la jornada laboral, pero sí de su debate, precisamente lo que no ha habido. En cualquier caso, me reafirmo en que los derechos no nos dan de comer y me parece importante entenderlo antes de ponernos a reformar el mercado laboral.
Sigo con temas en el tintero. No me he olvidado de los Objetivos del Milenio pero, por desgracia, el poco tiempo que he tenido para escribir se lo he vendido entero a la actualidad que marcaba la prensa en cada momento. También quiero hacerle un hueco a los temas éticos y recuperar algunos apuntes de economía básica, ya que algunos de mis lectores lo agradecerán. En cualquier caso, quiero destacar el aumento de los temas de economía general en Rankia, con aportaciones como las de Jaime, Joldi, Sergio, Phoenix, el recién incorporado Oikonomia y, en un plano más técnico, Echevarri y el blog de fiscalidad, por citar a los que estoy siguiendo. La actualidad nos ha hecho coincidir en varias ocasiones, aunque desde planteamientos diferentes, cuando no opuestos.
No quiero terminar sin decir algo que la mayoría de los blogueros suscribirán con toda seguridad. Un conocido periodista ha dicho hace poco que no se fía de los blogs porque no sabe quién está detrás de ellos. Por mi parte no hace falta que diga que escribo lo que me da la gana, cuando me da la gana y como me da la gana. Por supuesto, gratis -aunque me parece estupendo que haya gente que cobre por bloguear-. Por lo demás, los periodistas siguen marcando la agenda en la mayoría de los acontecimientos y nosotros seguimos detrás, enlazando con lo que ha dicho o dejado de decir la prensa del día. Llegará el momento en que sea al revés y no creo que eso sea malo. No hay nada más auténtico y de confianza que lo que escribe una persona normal por su propia voluntad, aunque firme con un alias.
Gracias a todos los que me seguís. Un saludo.