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Juegos de roles de la infelicidad

Ya la crisis económica es suficientemente mala como para que tengamos que vivir torturados por absurdos juegos innecesarios que nos hacen la vida más dificil. En Rankia se habla de las ventajas de no tener emociones, al invertir o al comprar en una tienda, pero hay juegos mentales que nos impiden ser felices, y aplicar el consejo que nos dan.
 

El juego de roles dominante-dominado

 
En 1941 Erich Fromm, discípulo de Sigmund Freud escribe su libro "el miedo a la libertad" que nos explica que vivimos con una mentalidad de dominante y dominado.  Esta prisión mental binaria hace que las personas sólo puedan estar en uno de los dos roles.  Entonces, cuando alguien deja de ser dominado, pasa a ser dominante.  O es el abusado, o el abusador.  Si deja de ser el abusado, se convierte en abusador.
 
Este juego garantiza la infelicidad de los involucrados.  Garantiza maltrato, soledad de ambos lados, sufrimiento, aislamiento.  Es difícil liberarse de este juego, porque tenemos que observar y pillar a nuestra mente en cada uno de los roles.
 
Cuando participas de esos juegos verás que la gente se alterna en esos roles.  Un día están en un rol, y de pronto se mueven a otro rol.
 
El juego se acaba cuando ves que realmente no necesitas dominar a nadie, ni tampoco es necesario que nadie te domine, y así como vez extraño que alguien te pida que limpies letrinas (porque hoy existen los inodoros), igualmente extraño verás cuando alguien trate de convertirte en dominador o en dominado.
 
La manera de ganar en este juego de roles es no jugar, rehusar la invitación a jugar.  Con ello te ahorras los maltratos que resultan de este juego.  Discriminación, machismo, racismo, xenofobia, eurocentrismo, esclavismo, prolema de género, hay muchas formas en que este juego puede ser jugado.
 
Que no te inviten.  No gracias, hoy no quiero jugar.
 
Cuando te liberas de este juego mental empiezas a ver al prójimo a la par tuyo como tu igual, y da lo mismo que sea tu madre, o tu abuelo, o un extraño, o tu esposa, que igual todos merecen igual respeto y consideración.

 

El juego de roles víctima-perseguidor-rescatista

 
 
En 1968 Stephen Karpman, discípulo de Eric Berne, padre del análisis transaccional, descubre lo que se conoce como "trángulo del drama" un juego mental enfermo que la gente juega mucho en su vida cotidiana.
 
Tienes a varias personas, una está dispuesta a hacerse la víctima e invita a otros a ser parte del triángulo.  Al haber una víctima debe haber un perseguidor.  Entre ellos se acosan y maltratan porque uno acosa, y el otro acosa de vuelta bajo a excusa de defenderse.
 
Se invita a un tercero, un rescatista, cuya labor es defender a la víctima. Entonces el rescatista acosará al perseguidor bajo pretexto de defender a la víctima, y acosará a la víctima bajo una excusa sobreprotectora.  El perseguidor acosará al rescatista para defenderse, y la víctima acosará al rescatista bajo excusa de pedir ayuda.  Los participantes a menudo cambian de rol, alternándose.
 
Al final todo el mundo se maltrata y es uno de esos pocos juegos donde todo el mundo acaba herido, con resentimientos y sintiéndose mal.  Es un juego totalmente innecesario, una pérdida absoluta de tiempo.
 
En esos casos de teatralidad, la víctima, en lugar de hacerse la víctima, lo que necesita es tomar el volante de su vida, y empezar a aprender técnicas para resolver problemas.  El rescatista debe darse cuenta de que no necesita rescatar a nadie cuando hay teatralidad.  Y el perseguidor necesita dejar de meterse a jugar de autoridad donde no tiene autoridad, ni debe tenerla.  "¡Métete en tus asuntos!" es lo que el perseguidor necesita comprender.
 
Cuando participas de esos juegos verás que la gente se alterna en esos roles.  Un día están en un rol, y de pronto se mueven a otro rol.
 
La manera de ganar en este juego de roles es no jugar, rehusar la invitación, porque hay situaciones muy excepcionales donde en verdad una víctima está impotente, como en el caso de un herido que una persona que requiere atención médica.  Pero en la mayoría de los casos, la víctima no necesita ser víctima, ni sentirse como víctima, porque es más un juego teatral, una situación creada, y no tanto una situación real.  Se vuelve real cuando decides participar en la obra teatral.
 
Que no te inviten.  No gracias, hoy no quiero jugar.
 

Una vida sin juegos de roles tóxicos

 
¿Cómo es la vida sin estos roles enfermos?  Si no lo has hecho, invito a que (si tu salud lo permite) hagas una caminata de montaña (lo que los anglosajones llaman "hiking").
 
Verás que esos juegos mentales no ayudan a disfrutar del paseo si vas con amigos en el sendero.  Lo más probable es que si empiezas a jugar esos juegos en el camino te quedes solo.  De igual manera, si se trata de tu familia o la gente en tu trabajo o tus amigos o tu pareja, tendrías que tratarles como compañeros de viaje.
 
En el trabajo siempre hay quien quiere jugar estos juegos, o en las familias, o en las parejas, o entre amigos.  Pero como no tienes tiempo para perder en esos juegos donde sólo puedes sentirte mal, entonces estoy seguro de que no vas a jugar.
 
A pesar de que uno de los juegos fue presentado al mundo en 1941 y otro en 1968, seguimos jugando esos juegos mentales anacrónicos, desperdiciando nuestras vidas en la miseria autoinfringida de esos juegos.
 
Cuando miras los errores del feminismo (a las que algunos llaman "feminazis") miras que convertir la igualdad de género en odio a los hombres, nos indica que el movimiento ha equivocado su rumbo, porque la igualdad de género no viene con derecho al voto, ni día internacional de la mujer, ni tampoco con penas de carcel por femicidios, sino cuando haces que hombres y mujeres se aparten de los juegos mentales retorcidos que causan infelicidad.  
 
Pasar de mujeres víctimas a mujeres que rescatan a otras mujeres es innecesario, porque eso es alternarse en roles de triángulo del drama.  
 
Sólo debes enseñar a la mujer a no jugar juego de roles, y ella misma rechazará al hombre que quiera meterla en juegos mentales retorcidos.  Y así, se extingue la raza de hombres que causa el maltrato.  Y en el caso de los hombres a los que le enseñes a no jugar juego de roles, podrán encontrar mujeres sanas que tampoco quieran jugar esos juegos.  Pobre de los hombres y mujeres que no entiendan y que tercamente se aferren a sus malas costumbres mentales, porque ellos seguirán jugando en su pozo de suciedad y miseria psicológica.
 
Sin juegos mentales tóxicos ya puedes decidir mejor, pensar con calma, y si lo deseas, invertir tu dinero con la mente clara, sin emociones.  Será más dificil que otros te arrastren a juegos de infelicidad.
 
En una vida sin roles dentro de juegos mentales de infelicidad, vivimos mejor.  Si vas a jugar a los roles, sería más provechoso el videojuego, o tal vez el rol de hacer cosas que ayuden a la gente que vive mal, a vivir con mayor calidad de vida y de una manera sana y feliz.
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  1. en respuesta a Pelos sr
    -
    Top 100
    #5
    21/03/16 22:47

    En el caso de violencia contra las mujeres, los hombres tenemos que censurar, y las mujeres deben rechazar al que maltrata. El problema viene porque el tipo agrede y se vuelve perseguidor, y luego se arrepiente y se hace la víctima y luego vuelve a atacar de nuevo.

    Te aseguro que el día en que las mujeres digan "no más" y decidan buscar hombres buenos, ese día se empieza a extinguir la raza de machistas que tendrán que optar por celibato forzado por las mujeres. Yo espero ver ese día con satisfacción. Eso sería muy chistoso el cuadro... "Soy macho como los machos, pero célibe porque a ninguna le gusta que sea tan macho".

    También espero ver el día en que demos opciones a las mujeres y hombres que quieran salirse de circulos de violencia, física, psicologica o patrionial.

  2. en respuesta a Pelos sr
    -
    Top 100
    #4
    21/03/16 22:05

    Llevar a la práctica no es tan dificil.
    Al final esos juegos mentales se traducen en conductas.
    A como la gente promueva una atmósfera positiva, y disuada la creación de atmósferas negativas, el ambiente se vuelve más habitable.

    Muchas veces las injusticias vienen de personas que no comprenden el daño que le hacen a otros. Por ejemplo, si un banco echa a una persona que siempre pagó puntualmente pero quedó en paro. Pero hay otras situaciones donde no existe víctima. Generalmente miras a alguien con un "pobre de mi" para crear relaciones codependientes, o miras personas que exportan sus malas costumbres de casa y tratan de meterte en rollos que ni causaste, ni deseas. Todo se arreglaría si esa persona toma el control de su vida.

    Injusticia existe cuando no te metes con nadie, y aún así te tratan mal, o peor, te ven como saco de arena para empezar a golpear. Allí lo que haces es poner a raya al otro.

    Un troll de internet es un perseguidor, y lo que busca es que respondas, de manera neutra o enojado o de cualquier manera porque su finalidad es desgastar tu paciencia. Es aburrido.

    Ahora que si ves a un herido tirado en la calle, es una víctima porque no es como que de pronto el ataque cardiaco sana o la herida de bala desaparece por sólo quererlo.

    Lo importante al ayudar es:
    1.Que la persona quiera ayuda (si te dicen que no, no vas a forzarle)
    2.Que la ayuda no cree dependencia
    3.Que tu evalúes si al acceder ayudas o no (por ejemplo, dar dinero a un alcoholico que pide dinero, no es precisamente ayudarle)
    4.Que evalúes la forma de ayudar. A veces ayudar a sacar a alguien implica algo distinto de lo que te piden. Una persona puede querer que le prestes dinero porque no le alcanza, pero podría ser que en realidad deba aprender a hacer un presupuesto y a seguirlo.
    5.Ayudar nunca debería ponerte en rol de víctima también.

    Puede que esté pasando por alto algo, pero son algunos de los trucos que uso.

  3. en respuesta a Comstar
    -
    #3
    21/03/16 21:06

    Nunca me ha gustado meterme en la vida de los demás. Pero, dándole vueltas, y partiendo de la base de que hablar genéricamente es complicado.... me surge el problema de que llevar tu teoría a la práctica, y de manera concienzuda, también podría generar que nos volviéramos "asépticos" con la sociedad, con sus problemas, con quien está sufriendo "injusticias" puntuales.
    Quizá habría que distingÜir a quien se hace siempre el papel de víctica , para que le arreglen sus problemas, de las personas que en determinadas situaciones son realmente "víctimas".
    Coo digo (o no capto el 100% del mensaje) hay cosas que se mueven por el filo de la navaja...Tampoco me parecería bien volverme "completamente aséptico a las injusticias". De lo que sí estoy curado es de discusiones por chorradas, o crear polémicas de donde no las hay.
    El otro día leía un post , de Esteve, me parece, donde también se trataba de un estudio acerca de que "las personas más ásperas o menos simpáticas, va a tener más empatía por revelarse ante las injusticias (leyes impuestas por clases dominantes), que los de personalidad simpática, quienes según el estudio, en su afan de caer bien son incapaces de revelarse contra la mayoría (o la tendencia dominante). Al final... creo que puede aplicarse la misma conclusión que de tu art´´iculo.. lo importante es "tener personalidad ppropia".. que te hará distinguir entre "lo correcto o no", entre saber quien es víctima real o simulada.
    Me explico regular... pero es lo que me viene a la cabeza de la lectura de tu post.
    Un saludo

    """"El tema de "personalidad propia, honesta y respetuosa con el prójimo" es algo que no todo el mundo sabe cómo implementar""" Pues mal... en este mundo, si no se tienen convicciones propias, eres una marioneta quebradiza. (y a pesar de tenerlas... también, pues sólo podremos controlar nuestro entorno, pero no las grandes decisiones que nos afectan como "manada de carneros"

  4. en respuesta a Pelos sr
    -
    Top 100
    #2
    21/03/16 15:22

    Si. Si quieres librarte de la mayoría de problemas en tu vida, por parte de gente que no sabe ser feliz, lo mejor que puedes hacer es no jugar esos juegos.

    El tema de "personalidad propia, honesta y respetuosa con el prójimo" es algo que no todo el mundo sabe cómo implementar. Es que mucha gente no ha vivido eso. Vinieron de sus familias con patrones de conducta que se ajustan a estos juegos, y es lo único que conocen. y luego de jugar sin saber, reciben los efectos del juego y se preguntan por qué tienen mala suerte. No es mala suerte, es que no sabían que se matricularon en un juego de perdición y miseria. Hoy al enterarnos todos, podemos salir de las miserias innecesarias, quitarnos compañías tóxicas, y empezar a buscar maneras de ser felices y llevar felicidad a otros, como paso inicial para el bien común.

    Y tienes toda la razón, ocurre más frecuentemente de lo que quisiéramos.

  5. #1
    21/03/16 13:53

    Me ha gustado el post. Aunque a mi entender "no hace falta", o no hay que recalcar el tema del maltrato a la mujer, ni esos "aleccionamientos". En el momento que cualquier ser humano, sea hombre o mujer, tenga personalidad propia, honesta y respetuosa con el prójimo.... este tema aminorará, pues no es más que un reflejo del resto de comportamientos de la sociedad.
    No sabía de estos estudios que reflejan el papel de víctima, rescatador,etc... cierto que ocurre en la vida demasiado frecuentemente.
    un saludo