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Me voy a Lisboa

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Me voy a Lisboa

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Me voy a Lisboa
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#6033

Re: Me voy a Lisboa

Hoy por la mañana le he preguntado a mi padre sobre Lanzarote y Fuerteventura, ya que él ha estado en las islas Canarias un millón de veces, tanto por asuntos de trabajo, como por viajes de placer, ya que mi madre era una enamorada de las islas por sus paisajes y... por las tiendas de "indios" de Tenerife, jejeje...

Y me ha dado una respuesta que -por evidente- obvié ayer, pero me ha hecho mucha gracia como me ha contestado: "Si es la primera vez que va a Canarias, díle a ese caballero de mi parte, que de postre se deje de chuminadas y coma plátano".
Tiene más razón que un santo. El plátano de Canarias en Canarias sabe distinto que aquí, ¡¡mucho mejor!!
Más postres: Roscos de alma y panes de maní...

Como le he contado cómo me has ayudado con la carta del DyV me ha dicho que: "Para comer bien que se venga a Bilbao, que le invito yo." (Tantos años con txapela marcan)

De Lanzarote me ha dicho textualmente: "Es un paraíso terrenal el parque de Timanfaya", a mi papi le apasionan las zonas volcánicas. Te recomienda pues la ruta de los volcanes. (Yo esta isla no la conozco, nada más que desde el aire). No sabe si se podrán todavía hacer rutas a camello, pero son una experiencia... Hace tiempo que no va por allí.

Aunque no es playero (le gusta más la montaña) me dice que no dejes de ver la Playa Blanca y en plan pequeñito, Mujeres, que tiene unos bunkers, pero no me lo ha sabido explicar bien.

Arrecife, Castillo de Santa Bárbara, jardines de los Jameos del agua... y prepara la máquina de fotos para flora y fauna en las dos islas. Vinos de la Geria. Aunque él prefiere un Vega Sicilia.

Bueno esto es lo que me ha dicho mi jefe. Si se acuerda de algo más te lo hago saber.

Un saludo y ¡¡buenos días foro!!

Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.

#6034

Re: Me voy a Lisboa

Pues se veia en la foto una pinta excelente.

Gracias por lo del remojo porque yo pensaba meterlas en seco.

#6035

Re: Me voy a Lisboa

El bagaje que tiene el muchacho no deja lugar a dudas. Los destilados son santos de su devoción.

Por cierto que ya tengo medio operativo la CPU. Fuente de alimentación nueva, pero todavia noto algun fallo de arranque, que veremos a ver si no me va a dejar tirado y eso que es nuevo.

#6036

Re: Me voy a Lisboa

Esperando estoy para comprobarlo. Por cierto recuerda si me vas a enviar algun mensaje que desde el miercoles 20 hasta el domingo 24,estoy en el pais lusitano y no se si allí voy a tener internet en mi PDA, aunque en el telefono esté operativo.

#6037

Re: Me voy a Lisboa

Menudos chuletones y menudo asador. Cualquiera liga sitio el 7 de Julio allí.

#6038

Re: Me voy a Lisboa

Si es por solvencia teorica, todo el mundo tendria sus ahorros en la Banca March.

Lo que no veo es la necesidad de dialogar con ningun empleado bancario ellos al fin y al cabo defienden su plato de cocido y hasta muchos se creen lo que dicen, tan es asi que los primeros dannificados por causa de productos bancarios chungos, son sus familiares en el primer nivel y sus amigos en el siguiente. y es que mantener un determinado nivel de vida a base de bonus y otras milongas, tiene indeseables efectos colaterales.

#6039

Re: Me voy a Lisboa

Me acabo de tropezar con el articulo que pego a continuacion, se escribio hace doce años, su lectura sirve para indignarse y espero que para aprender.

Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998,
Uted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos.
Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street , y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.
No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.
Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.
Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.
Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

#6040

Re: Me voy a Lisboa

Karlicones, ¿te das cuenta cómo puedes aprender de tu padre?. Te daré el teléfono de mis tres cabroncetes (de 33, 35 y 39) a ver si eres capaz de convencerlos. No me hacen ni puñetero caso. Eso sí, cuando quieren tomarse unas cañas con sus tapitas, mi tarjeta echa un humillo muy sospechoso.

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